Soltería gourmet, un estilo de vida delicatessen.


“Supongamos que yo quiero que Fernando me escuche, que me abrace, que esté conmigo porque hoy no me vasto yo solo. Y supongamos que Fernando no quiere.
Incluso supongamos que Fernando no me quiere.
Entonces, en lugar de quedarme llorando, en lugar de manipular la situación para obtener de Fernando lo que él no quiere darme, en lugar de buscar que él me necesite, me tenga lástima, que me odie o que me tema, en lugar de ese perverso recorrido, quizá pueda preguntarle a María Inés si quiere quedarse conmigo.
Yo no me basto, pero tampoco necesito de Fernando, sino de mí. Yo sé lo que necesito, y si Fernando no quiere dármelo, quizá María Inés…
Y si Fernando no tiene para mí lo que necesito, y si María Inés tampoco, quizá yo pueda seguir buscando hasta encontrarlo.
¿Dónde sea?
Si, donde sea.”
 -Jorge Bucay

Con estas palabras el autor de El camino de la autodependencia describe lo que entiende por justamente ese concepto: la autodependencia. Bucay identifica que no hay un ser humano independiente o que no necesite de los demás, logística o emocionalmente, pero piensa que es una necedad buscar que sea una única persona en específico la que deba satisfacer nuestras necesidades. No es buena estrategia pretender que una persona se haga cargo de lo que yo necesito, porque si esa persona no quiere o no puede, entonces trataré de obligarla, ya sea por coerción o chantaje.