Comprométete a ser feliz

Seamos honestos: la vida apesta... la mitad de las veces. Solo la mitad, porque el resto del tiempo, nuestra existencia es un muy buen lugar para estar. Y no me negarás que incluso, hay temporadas en las que la vida se luce y pareciera que al universo le da por conspirar a tu favor. Las buenas rachas, sin duda que se agradecen... pero no nos podemos quedar a la espera de que la vida se ponga de buenas para nosotros darnos el permiso de ser felices, ¿O si?

No hipoteques tu felicidad a la aleatoriedad de los momentos, elije tu mejor emoción posible para cada situación. Esto no implica que te prohíbas ponerte triste, sentir miedo o enojarte, pero ¿quedarte así en el atasque durante días o semanas?, ¿cuánto te dura un coraje?, ¿cuánto te dura el estrés?

¿Cuánto suele durarte la felicidad?


Sería ideal que recordáramos siempre que somos nosotros quienes elegimos las emociones que experimentamos; ojalá tuviéramos la misma facilidad de aferrarnos a la felicidad, como nos aferramos a nuestros enojos, nuestros temores o a las tristezas. Pero todo es una cuestión de hábito, y no siempre somos conscientes de nuestros hábitos emocionales; incluso, frecuentemente responsabilizamos de las emociones que generamos en nuestro interior, a eventos externos que fortuitamente nos pasan al rededor.

Ser feliz es una decisión cotidiana que con un poquito de esfuerzo, llega a convertirse en un hábito. ¿Cómo ser felices en el día a día?

A ver cuál de estas ideas te acomoda mejor:

No acumules tensión, fomenta en ti el hábito de descargar tu basura emocional. Regálate una breve pausa dos veces cada día, una por la mañana y otra por la tarde: sustráete de tus contextos cotidianos como el trabajo, la escuela o la casa, quédate a solas por 10 minutos en cada ocasión y sé consciente de ti y de tu respiración, de tu presencia en el aquí y el ahora.

No hagas, no tengas, no busques... simplemente sé durante 10 minutos. Luego de cada pausa, descubrirás que las emociones que hasta ese momento pudieran estarte intoxicando, se han vuelto más manejables y menos urgentes; dos pausas para devolverte la posibilidad de elegir cómo prefieres sentirte.

Para ser feliz, simplemente acuerdate de serlo. Existen muchas personas especialistas en localizar los negritos en el arroz, pero en realidad eso es algo super fácil de conseguir. Un verdadero reto es detectar lo que si funciona en cualquiera de los eventos cotidianos... ¿qué es lo que está bien en este momento, te has detenido a identificarlo?, ¿qué hay de excepcional en lo que va del día? En este instante tienes más de una razón para agradecer estar aquí en donde estás, más de un motivo para ser feliz con ser quien eres.

Tu eres una persona grandiosa¡!, neta ¿necesitas que sea yo quien te explique porqué? Porque podría... pero que oso con que venga a alguien más a recordarte los motivos que ya tienes para ser feliz.

Ya te lo he contado: es una cuestión de enfoque. Detente cada tanto a checar hacia adonde apunta tu periscopio emocional, y si descubres que tienes toda tu atención dirigida a las múltiples cosas que van mal en la vida, dale un giro directo hacia lo que efectivamente va bien. No te estoy invitando a refugiarte en la negación, trato de convencerte para utilizar lo que si funciona como un motivador... como el andamiaje mediante el cual puedes resolver los retos que se te vayan atravesando en el camino.

¿Te acuerdas cómo Mafalda pedía a gritos que pararan el mundo porque ella se quería bajar?, pues fíjate que sí, se vale tomarte un descanso del trajín cotidiano: ¿que te gusta?, ¿qué es lo que valoras? Si te gustan los helados, regálate un helado... si te gusta leer, regálate una lectura... pero regálatelo en serio, no te atragantes el helado sabrosísimo y deliciosísimo mientras corres de tu casa hacia el trabajo.

Organízate, has una pausa y escoge el sabor que en este momento se te antoja más, reconoce su aroma, su textura, su sabor desde el primer contacto con tus papilas gustativas hasta cuando va desapareciendo para darle entonces una nueva mordida. Despacio, sin prisas, tu existencia entera girando en torno a eso que te gusta tanto... y cuando termines, y SOLO cuando ya hayas terminado... entonces si échate a correr, porque probablemente ya se te está haciendo tarde.

Ríete, por lo que más quieras... ríete y no importa si lo haces a lo estúpido. Mejor parecer un idiota feliz que un hongo miserable. Practica tus sonrisas cuando pases frente a un espejo y adormece tu sistema límbico mirando tu propio rostro sonreir. Experimenta tu Sonrisa no. 14, compárala con tu Sonrisa no. 7 y cerciórate de cuáles son las mejores ocasiones para vestirte con esa atrevida Sonrisa no. 69.

La felicidad del día a día es un reto sostenido que reside en tus manos y no en la suerte, en el fin de semana que llega cuando al viernes se le pega la gana o en el aguinaldo que se termina antes de que sepas que lo tuviste a tu alcance. Quien te da permiso de ser feliz eres tu, no tu trabajo, no la culpa, ni tu pareja, tu familia, tus responsabilidades o el universo. Es un asunto tan urgente que si no estás siendo feliz en este instante, ya vas tarde para desenchufarte de la ansiedad o los agobios y conectar con tu felicidad.

En caso contrario, dime ¿para qué quieres una vida en gran cantidad, si como la vienes experimentando es en una baja calidad?; ¿qué esperas para ser feliz ya?

Sífilils¡! ...perdón, error de dedo: Se feliz¡!

Te voy a decir un secreto: la felicidad es algo muy contagioso. Si te regalas el hábito de ser feliz, vas a notar como tus personas más cercanas empiezan a acordarse de lo cerquita que todas y todos tenemos la felicidad. ¿Te gustaría hacer felices a la gente que amas?, entonces comprométete con tu propia felicidad... y entonces lo demás va a darse como magia.

Ser feliz no es para los ingenuos, ni para los menos intelectuales o los informales. La felicidad es simplemente para quienes saben comprometerse con ellas o con ellos mismos. Así que, del 1 al 10, ¿qué tan feliz te sientes en este momento?; ¿que necesitas hacer ahorita, en corto, para que esa felicidad tuya suba tan solo un nivel más?