¿Alguna vez has escuchado la expresión de cómo un solo árbol te impide ver el bosque? En realidad es una frase muy útil para advertir que estamos perdiendo de vista el objetivo global, a favor de particularidades que distraen nuestra atención.

Así sucede a veces en terapia, y genera el riesgo de que el proceso terapéutico gire en torno al terapeuta mismo, y no desde y para quien va a consulta.
Me explico: eso que llamamos tan solemnemente “proceso terapéutico”, consiste básicamente en ese recorrido que alguien hace, a partir de que decide cambiar algunos aspectos de si misma o de si mismo que, en su consideración personal, ya no le están funcionando.
Per – so – nal