Breves sobre asertividad

Honestamente, que... ¿de plano si mucha asertividad la tuya? Si, yo se que no tienes pelos en la lengua, y que sostienes que la verdad... que tu verdad no peca, pero ah!, vaya que incomoda. Pero dime, ¿hay posibilidad de que hayamos malinterpretado un poquito este concepto?

Claro, es un tema de habilidades sociales e Inteligencia Emocional que se trata de la capacidad para decir las netas... pero con respeto. En efecto, una característica inalienable de la asertividad es el respeto hacia uno mismo o una misma, y hacia las demás personas. Así que si por decir tus verdades va a faltar el respeto hacia alguien, probablemente sea mucho mejor que guardes silencio. 🤐👌

De hecho, no hay personas asertivas; sino conductas asertivas. Es decir: uno puede elegir serlo o no... a veces elegiré una postura pasiva (cediendo, dejando que alguien más me gane por default), y a veces elegiré ser más agresivo (imponiendo mis necesidades por encima de las de alguien más). Cuando elijo ser asertivo, le estaré dando tanta importancia a las necesidades mías como a las ajenas.


Échale ganas...

Para esos momentos en que sientes cómo te llueve sobre mojado, o de aquellos en los que estás así como que no te calienta ni el sol, nada hay más estimulante a que alguien te diga "échale ganas...".

Entonces, probablemente sientes ganas de responder "caray¡!, que buena idea... hasta ahora no se me había ocurrido echarle ganas". #SarcasmAlert

Popularmente creemos que muchos retos en la vida se solucionan mediante la fuerza de voluntad, pero esta política del "échale ganas" nada más alimenta el mito de que la voluntad es un recurso inagotable cuando alguien tiene verdadero compromiso, pero nada que ver, esa no es la realidad.


Cultura de la fragilidad

Me parece que hoy vivimos envueltos en una cultura de la fragilidad. Cada que nos damos cuenta, nos agregan una cosa, situación, persona, flor o fruto que representa una nueva amenaza a nuestra vida.

Comer huevos va a matarte, la carne da cáncer, la leche tiene bacterias... prácticamente toda la canasta básica urde un complot en nuestra contra. El sol causa melanoma, sólo el agua embotellada está pura... la mafia del poder te quiere esclavizar, Trump es una amenaza para México... ponte suéter o morirás de neumonía...

¿Qué tan frágil te consideras?, ¿cuáles de estas alertas tienen verdaderamente fundamento, y cuáles no?

El riesgo de habernos vuelto consumidores masivos de información, está en no ser críticos con esa información que anexamos a nuestro sistema de creencias, y de ahí a la interpretación que hacemos de la realidad.

¿Consecuencias?, alimentamos nuestra inseguridad personal, nos volvemos progresivamente más renuentes a tomar decisiones y reforzamos de a poquito más cada día, esta falta de esperanza en el futuro.

Afrontando la depresión

A veces la depresión me asalta, y creo que es algo bastante normal, que no necesariamente es un problema clínico. Las razones por las que habitualmente podemos sentir depresión son bastante variadas, algunas son más orgánicas o bioquímicas, y otras puramente existenciales o emocionales. Para mi, saber distinguir qué genera mi depresión, me permite tomar cartas en el asunto; y digamos que de vez en cuando, tengo de cada una de estas al menos un poco:

Cuando duermo mal y ando todo zombie y con déficit de sueño, seguramente voy a deprimirme porque los mismos neurotransmisores que sustentan el lado bioquímico de mis emociones están deprimidos, o sea que andan escasos y desgastados. Esa depresión se arregla duermiendo, así me tenga que tomar el día o dormirme temprano para reponer mis horas de sueño.