Afrontando la depresión

A veces la depresión me asalta, y creo que es algo bastante normal, que no necesariamente es un problema clínico. Las razones por las que habitualmente podemos sentir depresión son bastante variadas, algunas son más orgánicas o bioquímicas, y otras puramente existenciales o emocionales. Para mi, saber distinguir qué genera mi depresión, me permite tomar cartas en el asunto; y digamos que de vez en cuando, tengo de cada una de estas al menos un poco:

Cuando duermo mal y ando todo zombie y con déficit de sueño, seguramente voy a deprimirme porque los mismos neurotransmisores que sustentan el lado bioquímico de mis emociones están deprimidos, o sea que andan escasos y desgastados. Esa depresión se arregla duermiendo, así me tenga que tomar el día o dormirme temprano para reponer mis horas de sueño.


Otras veces, detecto estar deprimido luego de una etapa muy estresante. Se parece mucho a la depre causada por falta de sueño, porque igual estoy desgastado bioquímicamemte de tanta tensión y no alcanzo los niveles ideales de serotonina u otros neurotransmisores. Esta depresión me la quito realizando actividades que me satisfacen o enriquecen emocionalmente, como ir a entrenar en el gym, leer, caminar, estar con mi gente o escuchar la música que me gusta.

También sucede cuando paso muchos días alimentándome mal porque mi organismo no tiene los suficientes micronutrientes (aminoácidos, vitaminas y minerales) para soportarse bioquímicamente. En este sentido, hay alimentos que me devuelven el buen ánimo: las manzanas, los cítricos, el verdadero chocolate, salmón, atún, los vegetales de hojas verdes... y el helado!!

...mi reino por un helado¡!

Hay también una depresión mucho más cotidiana, que no tiene que ver ni con fatiga emocional, ni con mi alimentación, si no con mis experiencias del día a día. Es la depre incluida en los procesos de duelo: si se muere o se me va alguien a quien amo, si tengo un cambio relevante en mi vida o si experimento la frustración de un fracaso importante, entonces seguro voy a sentirme del nabo. Esto también pasará, dicen, porque es muy parte de la vida... pero es útil tener un plan de contingencia para que mis duelos sean lo mas breve y llevadero posible.

¿Cuál es mi plan de contingencia frente a la depresión por duelo? No dejar de moverme: plantearme retos, hacer lo que me gusta, experimentar cosas nuevas. La depresión se refuerza cuando me aíslo, y se debilita cuando estoy con quien me valora y cuando hago cosas importantes por las demás personas. Cuando medito acerca de las razones para sentir gratitud o cuando solicito ayuda a las personas que significan algo en mi vida. Las endorfinas atarantan la depresión, gogooléalas para saber que son. Involucrarme con proyectos que me emocionen y celebrar los éxitos que alcanzo, también me super hace el paro.

Y luego... ¿cual es tu plan de contingencia para cuando te asalta a ti la depre?

No hay comentarios.:

Me interesa conocer tu opinión, escríbela y te responderé en breve: