miércoles, 23 de agosto de 2017

Una como quiera...

En el estuche de herramientas de un psicoterapeuta, una de las estrategias más manoseadas es verdaderamente el: “una como quiera, pero ¿y las criaturas?”. Y es que no vamos a negar el valor de los clásicos.

En muchas ocasiones trivializamos las circunstancias tóxicas que vivimos día con día; ya sea porque uno a todo se acostumbra, o porque identificar ciertas situaciones como violentas, nos obligaría a tomar cartas en el asunto… y mejor preferimos justificar lo injustificable con tal de no sentir la obligación de actuar.

Una como quiera…

Pero cuando a una mujer que es mamá, le preguntas como podría ser que su hijo estuviera entendiendo los golpes que el marido le propina a ella, o como estaría el chilpayate asimilando los insultos que ella misma le dirige a su marido, entonces se ve en la imposibilidad de seguir tapándole el ojo al macho.

Una como quiera...

En el estuche de herramientas de un psicoterapeuta, una de las estrategias más manoseadas es verdaderamente el: "una como quiera, pero ¿y las criaturas?". Y es que no vamos a negar el valor de los clásicos.

En muchas ocasiones trivializamos las circunstancias tóxicas que vivimos día con día; ya sea porque uno a todo se acostumbra, o porque identificar ciertas situaciones como violentas, nos obligaría a tomar cartas en el asunto... y mejor preferimos justificar lo injustificable con tal de no sentir la obligación de actuar.

Una como quiera...