Los terapeutas que saben de psicología de los alimentos, sostienen que todavía más importante que bajar de peso, es consolidar los hábitos necesarios para no tener que preocuparte por el diámetro de tu cintura. Ya sabes: prevenir en vez de corregir. Finalmente, recurrir a una dieta milagro implica un abordaje temporal para algo que debe ser un esfuerzo permanente.
Pero el primer obstáculo que enfrenta alguien que quiere adoptar los hábitos de una alimentación responsable, sabrosa y saludable, son las creencias erróneas que se tienen acerca de la comida. Por una parte, porque los conocimientos que se tienen desde las ciencias de la nutrición, van cambiando y evolucionando constantemente, dado que ésta es una ciencia joven; y también porque de manera muy sospechosa, muchos alimentos han sido bombardeados con una muy mala prensa, que solamente desorienta a quienes quieren ser responsables de lo que comen.
Por ejemplo, no: comer huevos no te hace daño, la carne roja no da cancer y la leche de vaca (o del animal que se deje) no es solamente para los becerros. De ahí, puedes irte época por época, registrando los alimentos en turno que han sido satanizados de acuerdo a la moda del momento. Por supuesto que en la dosis está el veneno, porque como cualquier cosa en exceso, hasta el agua te mata.
Pero el primer obstáculo que enfrenta alguien que quiere adoptar los hábitos de una alimentación responsable, sabrosa y saludable, son las creencias erróneas que se tienen acerca de la comida. Por una parte, porque los conocimientos que se tienen desde las ciencias de la nutrición, van cambiando y evolucionando constantemente, dado que ésta es una ciencia joven; y también porque de manera muy sospechosa, muchos alimentos han sido bombardeados con una muy mala prensa, que solamente desorienta a quienes quieren ser responsables de lo que comen.
Por ejemplo, no: comer huevos no te hace daño, la carne roja no da cancer y la leche de vaca (o del animal que se deje) no es solamente para los becerros. De ahí, puedes irte época por época, registrando los alimentos en turno que han sido satanizados de acuerdo a la moda del momento. Por supuesto que en la dosis está el veneno, porque como cualquier cosa en exceso, hasta el agua te mata.