jueves, 10 de noviembre de 2016

La familia tradicional

Ah!, lo que no haríamos por preservar la Familia Tradicional, esa institución tan sagrada que nació en el s. V de la Roma Antigua y que se mantiene incólume hasta nuestros días.

Núcleo de nuestras sociedades, constituida por ese conjunto de personas que pertenecen al paterfamilias, quien debe alimentar tanto a hijos como a su dama para que le sirvan y honren como los estatutos sociales mandan.

Cada paterfamilias tiene efectivamente a su dama, que etimológicamente significa “domada”, de la misma raíz latina que “domicilio”, “dominio” o “dominación”.

¿Quo vadis, domine?

Cuando una joven se casaba, se le ¿regalaba? un yugo que debía colocarse en torno al cuello para que otros señores supieran que ella ya estaba prometida; tiempito después el matrimonio se consumaba sexualmente tras aparecer la menstuación.

La familia tradicional

Ah!, lo que no haríamos por preservar la Familia Tradicional, esa institución tan sagrada que nació en el s. V de la Roma Antigua y que se mantiene incólume hasta nuestros días. Núcleo de nuestras sociedades, constituida por ese conjunto de personas que pertenecen al paterfamilias, quien debe alimentar tanto a hijos como a su dama para que le sirvan y honren como los estatutos sociales mandan.

Cada paterfamilias tiene efectivamente a su dama, que etimológicamente significa "domada", de la misma raíz latina que "domicilio", "dominio" o "dominación". ¿Quo vadis, domine?

Cuando una joven se casaba, se le ¿regalaba? un yugo que debía colocarse en torno al cuello para que otros señores supieran que ella ya estaba prometida; tiempito después el matrimonio se consumaba sexualmente tras aparecer la menstuación. Ella era poseída por fin, por su señor. Y si a veces este yugo que la marcaba iba en el cuello, también en ocasiones podía ir en la muñeca o tobillo, y se le llamaba "esclava"; o en el dedo, como un anillo.

De oro por supuesto, y con pedrería bonita para que se notaran las riquezas del señor.