Cuando su mamá regañaba a Filemón, no le explicaba porqué estaba mal lo que hacía, solo sentenciaba “ya verás cuando tu papá llegue”.

Entonces, Filemón aprendió a portarse bien para que no lo regañara su papá.
Cuando Filemón tenía que ponerse a estudiar, los profes le decían “si repruebas, te expulsamos”, en vez de reflexionar con el porqué la escuela podría ser interesante.
Así que Filemón aprendió a estudiar para que no lo echaran de la escuela.
Cuando Filemón estaba en su trabajo, el jefe le decía “si tu no entregas los proyectos, yo no te pago”. Por eso Filemón trabajaba un montón, para que no dejaran de pagarle, y no para sentir que formaba parte de un equipo.