jueves, 13 de julio de 2023

Sucedáneos del cariño

Dice Jorge Bucay en su libro “El Camino a la Autodependencia”, que todas las personas tenemos la necesidad de ser relevantes y formar parte significativa de la vida de las demás, pero no siempre sale sencillo establecer ese vínculo.

Bucay habla de varias alternativas a las que recurrimos, que son sucedáneos del cariño que debiera ser, la materia prima de ese vínculo afectivo. Pero no siempre logramos que esa persona con quien queremos vincularnos, nos ame.

Entonces, si no logro que esa persona me ame, buscaré que me necesite, porque desde la necesidad, esa persona será incapáz de elegir libremente desapegarse de mí. Si me necesita, si le soy indispensable, le arrebato la libre elección de no incorporarme a su vida.

Bien sabemos que la dependencia emocional es un sucedáneo del cariño, pero cuando realmente me he convencido de que necesito de esa persona, entonces procuraré que el o ella me necesite de vuelta y en la misma medida.

Decirme "Si", decirte "No"

Existen dos palabras que van definiendo el curso que toma tu vida, cada una tiene dos letras nada más y sin embargo, son muy difíciles de pronunciar. Una es “no” y la otra es “si”.

Decirle “no” a alguien, es a veces tan difícil como tocarte el codo con tu lengua; y decirte “si” a ti misma o a ti mismo, puede ser todavía más complicado.

Por ejemplo:

  • ¿Me doy un descanso? ¡No!, ya descansaré cuando me muera.
  • Oye, ¿cuando acabes, te encargo mi chamba? Si, claro, con gusto.
  • ¿Voy al médico o le compro ese suéter? ¡Ay, no!, le hace mucha emoción estrenar un suéter así.
  • ¿Te vas a comer eso? Ah, este… no, adelante.  
  • ¿Me permito el riesgo hacer algo distinto? Huy, no! ¿Qué dirán si fracaso?

Por eso, la forma que tiene tu vida, es consecuencia de cómo vas distribuyendo los “no” y los “si”. ¿Consideras que lo has hecho adecuadamente?