martes, 9 de enero de 2018

A propósito (s) del Año Nuevo

A propósito del año nuevo, es un poquito triste descubrir que mientras nos hacemos mayores, menos confianza le tenemos a este poder personal con el que podríamos lograr cambios significativos en nuestras vidas.

De alguna manera, nos vamos contaminando de desencanto y se arraiga a nuestra voluntad un peligroso temor a volver a intentar.

Podemos bautizar este escepticismo como Desesperanza Aprendida… o Massiosare, si tienen encanto para ti los bautizos con nombres incómodos.

El año pasado repetimos varios o todos los propósitos del año anterior, tales como bajar de peso o dejar de fumar, hacer ejercicio, cambiar de chamba… y ahora en este año, nuevamente lo único que ha cambiado en esa lista mental de buenas intenciones ha sido nada más la fecha.

A propósito (s) del Año Nuevo

A propósito del año nuevo, es un poquito triste descubrir que mientras nos hacemos mayores, menos confianza le tenemos a este poder personal con el que podríamos lograr cambios significativos en nuestras vidas. De alguna manera, nos vamos contaminando de desencanto y se arraiga a nuestra voluntad un peligroso temor a volver a intentar.

Podemos bautizar este escepticismo como Desesperanza Aprendida... o Massiosare, si tienen encanto para ti los bautizos con nombres incómodos.

El año pasado repetimos varios o todos los propósitos del año anterior, tales como bajar de peso o dejar de fumar, hacer ejercicio, cambiar de chamba... y ahora en este año, nuevamente lo único que ha cambiado en esa lista mental de buenas intenciones ha sido nada más la fecha. Mismos propósitos, pero ahora en su edición 2018, quizá mayor sobrepeso, tal vez un poco más de hartazgo y sin duda, bastante menos autoconfianza. Puede que tal vez hasta se nos caiga un poquito la cara de vergüenza cuando nos miramos al espejo.