Estilos de motivación

¿Qué es lo que te motiva?, ¿cuánto dura tu motivación?, ¿sabes gestionar adecuadamente tus motivaciones? Si me lo permites, voy a compartirte 4 formas de ser frente a la motivación... nada más para que cheques con que tipo de persona motivada te identificas:

▶ Conejito apanicado. A este tipo de personas, lo que les motiva es evitar el castigo, las situaciones adversas o la pérdida de algo que valoran. Suelen tomar decisiones a partir de lo que les asusta, y harán lo que sea para poder evitarlo.

Cuando sienten que empiezan a estancarse, los conejitos apanicados buscan amenazas que les hagan moverse en la dirección contraria. Si les preguntas, ellos siempre te dirán que tal vez no sepan a donde quieren ir, pero siempre van a saber donde no quieren estar.


Corolario para corazones rotos

Terminas tu relación con el corazón hecho trocitos y solo crees saber que nadie va a amarte tanto como esa persona te amó, que nunca tendrás una relación tan bonita como esa, y que ésta fue tu última oportunidad para ser feliz. Pero aunque suenan muy convincentes cada una de esas afirmaciones, todas ellas son mentira.

La clase de mentira de la que te convence el dolor, cuando lo tienes susurrándote tristezas al oído.

Curiosamente, las relaciones cortas duelen mucho por todas las espectativas que debemos de abandonar cuando viene el tiempo de separarse... y los relaciones largas duelen también por la prolongada historia que hemos de dejar atrás para seguir caminando, ahora en solitario.

Pero ¿realmente estamos solos? Contar con la cercanía de nuestros amigos y nuestra familia, puede ser un bálsamo para sanar las heridas que nos quedan después de la ruptura. Ojalá que mientras estuviste en pareja, no te hayas aislado tanto en tu relación, que tu familia y amigos empezaran a verte como una persona extraña.


Los valores de Filemón

Cuando su mamá regañaba a Filemón, no le explicaba porqué estaba mal lo que hacía, solo sentenciaba "ya verás cuando tu papá llegue". Entonces, Filemón aprendió a portarse bien para que no lo regañara su papá.

Cuando Filemón tenía que ponerse a estudiar, los profes le decían "si repruebas, te expulsamos", en vez de reflexionar con el porqué la escuela podría ser interesante. Así que Filemón aprendió a estudiar para que no lo echaran de la escuela.

Cuando Filemón estaba en su trabajo, el jefe le decía "si tu no entregas los proyectos, yo no te pago". Por eso Filemón trabajaba un montón, para que no dejaran de pagarle, y no para sentir que formaba parte de un equipo.

Al final, Filemón jamás aprendió a portarse bien para ser una mejor persona, a estudiar porque la curiosidad lo impulsaba, o a hacer un buen trabajo para sentirse productivo. Él nunca supo que debía de hacer lo correcto por y para él mismo ni como construir una satisfacción de sí. Por eso, cuando nadie mira a Filemón y el no está en riesgo de ser regañado, hace las cosas que habitualmente no haría.

Lord Filemón está buscando, como todos, constantemente la manera de ser feliz, pero ha mal aprendido que ser feliz es hacer todo lo que se le antoje, sin repercusiones o que nadie te diga nada.

Tu vida y el principio del 80/20

Hay a quienes se les da muy bien involucrarse en proyectos nuevos, y hay también personas a las que no tanto. Escolares, profesionales, altruistas... y especialmente las primeras semanas de enero resultan popularmente propicias para plantearse nuevos proyectos. La fiebre del año nuevo.

Pero plantearse proyectos como así, nada más, no es suficiente. Sin una #estrategia o plan para alcanzar lo proyectado, lo único que estamos cultivando es una creciente frustración, y un mal aprendizaje de que somos incapaces de alcanzar lo que nos proponemos. Por eso, si bien es excelente idea plantearse #propósitos de Año Nuevo, lo mejor es meterle coco, lápiz y papel para que funcionen:

✔️ ¿Qué es lo que quieres? Define tu propósito en un solo enunciado, simple y sin ambigüedades, algo que esté en tus manos y dependa de ti, sobre todo. No se vale declarar "que mi novio deje de fumar", por ejemplo.