viernes, 13 de septiembre de 2019

¿Porqué es importante ser felices?

La primera vez que consideré estudiar psicología, yo creía que serviría para ayudar a las personas a ser felices. Después, simplemente me gustaba la psicología porque me explicaba un poco del cómo funcionábamos las personas.

Luego volví a conectar con el concepto aquél de la felicidad, y me acordé de lo lindo que sería eso de ayudar a la gente a ser feliz, y entonces quise hacerme psicoterapeuta.

Llevo pues, tantito más de 15 años dedicándome a la psicoterapia, y si he de confesarles algo, es que jamás nadie ha buscado mis servicios con el objetivo explícito de ser feliz.

¿Y luego, entonces?

Pues que parece que he tenido que irle vendiendo a la gente la perversa idea de que es mejor caminar hacia la felicidad, que tratar de huir de la depresión o de la ansiedad… con relativo éxito en mi labor de venta.

¿Te cae, que es más efectivo ir por la felicidad que pelearte contra la ansiedad? …así es, y te explicaré porqué.

¿Porqué es importante ser felices?

La primera vez que consideré estudiar psicología, yo creía que serviría para ayudar a las personas a ser felices. Después simplemente me gustaba la psicología porque me explicaba un poco del cómo funcionábamos las personas. Luego volví a conectar con la felicidad y me acordé de lo lindo que sería eso de ayudar a la gente a ser feliz, y entonces quise hacerme psicoterapeuta.

Llevo pues, tantito más de 15 años dedicándome a la psicoterapia, y si he de confesarles algo, es que jamás nadie ha buscado mis servicios con el objetivo explícito de ser feliz. ¿Y luego, entonces? Pues que parece que he tenido que irle vendiendo a la gente la perversa idea de que es mejor caminar hacia la felicidad, que tratar de huir de la depresión o de la ansiedad... con relativo éxito en mi labor de venta.

¿Te cae que es más efectivo ir por la felicidad que pelearte contra la ansiedad? ...yep.

Te desafío a no pensar en un oso pardo. Ya sabes, un gran oso que hace acrobacias sobre una pelota de colores, mientras la bola rueda sin ella poncharse ni el úrsido animal caerse al suelo. Te desafío a no pensar en el oso con su chaquetita roja como si fuera un ser humano, y un sombrerito marroquí con una borla dorada colgándole de un estambre. No, no pienses en un oso pardo. ¿Lo lograste?