Corolario del "Si" y "NO"

Existen dos palabras que definen el curso de tu vida, cada una tiene dos letras nada más y sin embargo son las más difíciles de decir, son: "no" y "si".

Decir "no" a una persona es tan complicado como entender la física cuántica, y decirnos "si" a nosotros mismos, no es para nada más sencillo.


✔️ ¿Me doy un descanso? No¡!, ya descansaré cuando me muera.

✔️ Oye, ¿cuando acabes te encargo mi chamba? Si, claro, con gusto.

✔️ ¿Voy al médico o le compro ese suéter? Ay, no!, le hace mucha emoción estrenar.


La sobervivencia del amor

En vísperas del 14 de febrero, valdría la pena considerar tres cuestiones invaluables para la sobrevivencia del amor.

La primera es que el amor no necesita dominar ni vigilar. Es decir, que si una persona necesita saber en cada momento dónde está su pareja, y se enfada porque no le ha pedido permiso de salir, o espera que renuncie a su individualidad en favor de la relación, entonces esa persona no ama todavía.

Lo que sucede es que su forma de amar es todavía inmadura y ve amor donde solamente hay posesividad. Evidentemente esa no es una relación pareja. Lo que hay que hacer es respetar la individualidad y el espacio de la otra persona, delegar en el o ella ese 50% de preocupación por la relación y no esperar que provenga de nadie más que de uno o de una la felicidad personal, la confianza o la satisfacción.

Estar en pareja suma, pero no resuelve... la vida de nadie.


Escondiendo a Mister Hyde

Quienes conocían al Doctor Jekyll, afirmaban de él que era una persona encantadora, de excelentes modos y carácter templado. Y tenían razón. Quienes conocían en cambio a Mister Hyde, lo tenían por hombre taimado, esclavo de sus impulsos, grosero y ajeno a toda empatía. También ellos tenían razón.

El caso es que Mister Hyde y el Doctor Jekyll eran la misma persona.

Este aparentemente extraño caso divulgado por Robert L. Stevenson se resuelve cuando entendemos que todas y todos encerramos dentro de nuestra persona a un amable Jekyll y un agresivo Hyde... una versión particular que emerge en tiempos de paz y otra complementaria para externarse en tiempos de guerra.