Una como quiera...

En el estuche de herramientas de un psicoterapeuta, una de las estrategias más manoseadas es verdaderamente el: "una como quiera, pero ¿y las criaturas?". Y es que no vamos a negar el valor de los clásicos.

En muchas ocasiones trivializamos las circunstancias tóxicas que vivimos día con día; ya sea porque uno a todo se acostumbra, o porque identificar ciertas situaciones como violentas, nos obligaría a tomar cartas en el asunto... y mejor preferimos justificar lo injustificable con tal de no sentir la obligación de actuar.

Una como quiera...


Extramarital

Qué feo esta eso de ser la otra... o el otro. Mira que terminar siendo definida / definido, más como un accidente circunstancial, que por la persona que inevitablemente eres, sin lugar a dudas es una violencia que arremete contra el autoconcepto de cualquiera.

Creo que hoy en día las relaciones extramaritales están más vigentes que nunca; por una parte porque ellos se suman más prestigio social, mientras más amores simultáneos acumulen en tanto que se sepan organizar... y por otra parte porque ellas ya se hartaron de quedarse nada más mirando, y han decidido ponerse al corriente en el sutil arte de pintar el cuerno.

¿Quiénes son más infieles?, hoy las estadísticas entre hombres y mujeres son tan cercanas, que las diferencias entre unas y otros no llegan a ser significativas... así que no alcanzan para darse baños de pureza. Sin embargo es claro que a las mujeres no les aplaudimos tener su casa chica, capilla, capillita y sucursales aledañas, como se lo celebramos a los hombres.


Karma 4: Ley del Crecimiento

¿Te acuerdas del #Karma?, si... esa filosofía que te invita con 12 diferentes argumentos a cultivar una armonía cordial con la vida, el universo y todo lo demás. El Karma pues, tiene entre sus enseñanzas la llamada Ley del Crecimiento, que entre las 12 que son, viene siendo algo así como la Ley número 4.

¿Porqué alguien como tu servidor que se dedica al Desarrollo Humano, tendría que interesarse por esta ley del Karma?, pues la respuesta es bastante simple: porque el desarrollo humano es por definición crecimiento.

Todos estamos continuamente creciendo, aunque no sea muy evidente: algunas personas crecen en lo financiero, otros en lo espiritual o en lo familiar, y cada quien en algún sentido. Parte del cambio que le da forma al universo, es precisamente crecer, y ese desarrollo puede darse de manera estratégica y consciente, o impulsiva... como la enredadera, que básicamente va creciendo a lo menso.

La Ley del Crecimiento dice entonces, que si tu quieres que tu mundo mejore, eres tu quien debe empezar por mejorar; y eso casualmente es algo que los terapeutas y coaches van a repetir hasta el cansancio: no tienes control sobre la voluntad de los demás para cambiar, el único cambio que está en tu poder, es el que realizas desde y sobre ti misma o para ti mismo.


Las virtudes del gimnasio

Para muchas personas, el gimnasio les representa un tema de vanidad o cierto narcisismo, habrá quien lo asocie un poco con ondas de salud u obesidad en concreto... pero yo creo que pocas van a considerar al gym como una estrategia de Inteligencia Emocional.
¿Gym & Inteligencia Emocional?, yep. Me explico:

La irrigación sanguínea elevada que causa el entrenamiento de fuerza, limpia de tu sistema muchos de los subproductos bioquímicos de las emociones tóxicas, por ejemplo el cortisol y la adrenalina.

Por otra parte, el hacer esfuerzo y descansar, luego hacer nuevamente esfuerzo y volver a descansar, es muy similar a uno de los ejercicios de relajación empleados en la Terapia Conductual, donde se entrena a las personas a tensar y relajar sucesivamente grupos musculares para lograr la reducción progresiva del estrés.

En el gimnasio hay decenas de espejos en los que puedes mirarte entrenar con el objetivo de observar tu postura y en dado caso, corregirla para evitar lesiones; al entrenar secretas endorfinas, las hormonas del placer... si repetidamente miras tu propia imagen reflejada mientras bioquímicamente tu organismo siente placer, paulatinamente estableces una estrecha asociación entre tu aspecto y una experiencia placentera.

El sentido de la vida

Me resulta difícil pensar en el Sentido de Vida como un concepto en minúsculas... y quizá por esa formalidad con que lo entendemos, algunas y algunos nos detenemos tan pocas veces a preguntarnos para qué nos sirve estar vivos.

¿A ti para qué te sirve tener esta vida?

Y no, decir que "el sentido de mi vida es estar vivo" no cuenta, porque es una tautología que no nos lleva en ninguna dirección... el sentido de la vida es alguna meta última y muy personal con la que te identificas y que orienta tus metas menores, tus objetivos y proyectos. No es la brújula, sino un Norte que seguramente será distinto para cada quien.

Hay para quienes el sentido es ayudar a los demás, o perfeccionarse físicamente, ayudar a los perritos, conocer el mundo, tener una familia, desarrollar una empresa o una trayectoria profesional, tener poder, ser mejor que nadie en la música... entender cosas, a mi personalmente me gusta ese: simplemente "entenderlo todo". Frecuentemente se trata de una gran meta inconsumable, donde se acomodan como piezas de un rompecabezas todos los demás objetivos que si podemos alcanzar.


El arte de fluir

¿Te ha pasado que te abocas tanto haciendo algo que te gusta, que el tiempo pasa sin que te des cuenta?, y podría haber un terremoto o una guerra civil y no te enteras... y te choca que te interrumpan, y todo lo que te perturbaba al inicio se te olvida para dejarte concentrar en eso que estás haciendo... ¿si lo identificas?, pues fíjate que a eso se le llama estado de flujo.

Para la psicología cotidiana, entrar en flujo es una condición más que deseable, porque tu mente se libera de emociones tóxicas que de otra manera no podrías hacer a un lado... ya sabes: algo como un enojo desbordado, una profunda tristeza, alguna incertidumbre hacia lo que está por venir, o etcétera.

Hay quienes entran en flujo platicando sabroso con alguien, y las horas se les van en un santiamén, otros cuidan de sus bonsais o pintan con acuarelas. Puedes alcanzar el estado de flujo leyendo algo interesante, entrenando en el gym, coloreando mandalas, bailando, jugando videojuegos, tocando música, conociendo lugares nuevos.

La cosa es hacer una actividad que haga match con tus intereses y que te rete, pero que su nivel de dificultad esté del calibre de tus habilidades y a la vez que te importe más hacerlo, que lo que obtienes con ello.

Teoría de las Generaciones

Llegandito al mundo, ya haría de eso algunos cuarenta y pocos añitos, me avisaron con diligencia que yo era equis. Que grosería¡! pensé yo, vaya manera de darle a uno la bienvenida. Lo peor era que no fue mi culpa haber nacido en el año 76, lo mismo que los millennials de hoy no tienen la culpa de su... distintivo generacional...

Entonces, ¿de quién es la culpa? Habrá que cortar la cabeza de quienes desarrollaron la teoría de las generaciones: Strauss y Howe, quienes analizaron diferentes momentos históricos en EU para identificar los rasgos característicos de cada una de las generaciones que se sucedieron:

iGen o centennials son los chavitos que nacieron de lleno en el siglo XXI, esos que se incorporaron a un mundo donde la información y la conectividad son tan habituales como el oxígeno, o más. Ellos observan y retratan su realidad generando contenidos casi compulsivamente, porque se dice que son artistas... aunque quedarse sin wiFi los lleva a hiperventilarse.


Sobre la urgencia de tener pareja

Levante la mano quien está buscando pareja... si, yo se que da un poco de pudor el permitirnos reconocerlo y hasta pensamos tal vez que es poco digno andar con el vestido de novia en la cajuela del auto, pero seamos honestas y honestos... particularmente honestos, porque es en especial a los hombres a quienes les cuesta mayor trabajo aceptar que buscan una relación.

Les voy a contar un secreto de consultorio: la mayoría de los hombres que enfatizan no interesarse por una relación romántica, conducen cotidianamente sus esfuerzos hacia conectar con otras personas para iniciar un proyecto de pareja.

¿Verdaderamente es TAN importante tener pareja?

Biológicamente, algo hay de eso: constantemente nuestro cerebro está buscando alguna persona con quien construir un vínculo romántico, alguien con quien establecer un proyecto reproductivo, y alguien con quien sostener placeres eróticos... el tema es que a nuestro cerebro muy poco le interesa que esas tres búsquedas se centren en la misma persona.