viernes, 6 de marzo de 2020

Masculinidades tóxicas

El patriarcado es un paradigma que se imprimió sobre la espina dorsal de nuestra cultura, a partir de la idealización que hicieron algunos de la “sociedad perfecta”. En este diseño, hoy por demás anacrónico, cada hombre y mujer desempeñan un rol que mantiene el esquema social funcionando, aún a costa individual de cada persona.

A la sombra del patriarcado, las recompensas de ser un “verdadero hombre” se miden en privilegios: el privilegio de ser quien controla el “patrimonio”, el privilegio de ser una autoridad, o el privilegio de apropiarse de los espacios públicos.

Estos privilegios implican que los hombres pueden disponer de los bienes materiales de aquellas y aquellos sobre quienes son autoridad, que pueden disponer de la persona (y de la vida) de quienes están por debajo de su autoridad, y que en el mundo de lo público, es decir, en las calles, en la oficina, etcétera, ellos pueden explayarse y desinhibirse a sus anchas.

Masculinidades tóxicas

El patriarcado es un paradigma que se imprimió sobre la espina dorsal de nuestra cultura, a partir de la idealización que hicieron algunos de la "sociedad perfecta". En este diseño, hoy por demás anacrónico, cada hombre y mujer desempeñan un rol que mantiene el esquema social funcionando, aún a costa individual de cada persona.

A la sombra del patriarcado, las recompensas de ser un "verdadero hombre" se miden en privilegios: el privilegio de ser quien controla el "patrimonio", el privilegio de ser una autoridad, o el privilegio de apropiarse de los espacios públicos. Estos privilegios implican que los hombres pueden disponer de los bienes materiales de aquellas y aquellos sobre quienes son autoridad, que pueden disponer de la persona (y de la vida) de quienes están por debajo de su autoridad, y que en el mundo de lo público, es decir, en las calles, en la oficina, etcétera, ellos pueden explayarse y desinhibirse a sus anchas.

Pero para mantener cada privilegio, tanto los que te menciono como los otros que, por ser invisibles, también a mí me cuesta trabajo identificar, hay que pagar un precio muy elevado que se mide en obligaciones ganadas y en derechos perdidos: tienes la obligación de mantener a tu familia y protegerla contra todo porque eres su autoridad, no tienes derecho a derrumbarte porque eres el pilar de tu familia, tienes la obligación de trabajar de sol a sol para que siempre tengas dinero para comprar bienes y consumir servicios, no tienes derecho a descansar, no tienes derecho a llorar, tienes la obligación de salir adelante por tu propio esfuerzo y sin ayuda, no tienes derecho (ni tiempo) de tener actividades placenteras para ti mismo, y etcétera.