jueves, 9 de febrero de 2017

La sobervivencia del amor

En vísperas del 14 de febrero, valdría la pena considerar tres cuestiones invaluables para la sobrevivencia del amor.

La primera es que el amor no necesita dominar ni vigilar.

Es decir, que si una persona necesita saber en cada momento dónde está su pareja, y se enfada porque no le ha pedido permiso de salir, o espera que renuncie a su individualidad en favor de la relación, entonces esa persona no ama todavía.

Lo que sucede es que su forma de amar es todavía inmadura y ve amor donde solamente hay posesividad. Evidentemente esa no es una relación pareja.

La sobervivencia del amor

En vísperas del 14 de febrero, valdría la pena considerar tres cuestiones invaluables para la sobrevivencia del amor.

La primera es que el amor no necesita dominar ni vigilar. Es decir, que si una persona necesita saber en cada momento dónde está su pareja, y se enfada porque no le ha pedido permiso de salir, o espera que renuncie a su individualidad en favor de la relación, entonces esa persona no ama todavía.

Lo que sucede es que su forma de amar es todavía inmadura y ve amor donde solamente hay posesividad. Evidentemente esa no es una relación pareja. Lo que hay que hacer es respetar la individualidad y el espacio de la otra persona, delegar en el o ella ese 50% de preocupación por la relación y no esperar que provenga de nadie más que de uno o de una la felicidad personal, la confianza o la satisfacción.

Estar en pareja suma, pero no resuelve... la vida de nadie.