Sé que has escuchado cientos de veces que lo bueno y lo malo son relativos; pero es completamente falso. La realidad es que hacer lo bueno te hace bien y hacer lo malo te hace daño. Así, en cortito… está muy simple, ¿no?

Y es que existe un manual con las reglas suficientes para ser feliz, lo único que necesitas hacer, es seguirlas. Pero… ¿quién diablos redactó esas reglas?
Única respuesta posible: Tu.
Desde que naciste y paulatinamente, con la comprensión que vas adquiriendo del universo, has agregado reglas a ese manual que es tu propio código y filosofía de vida, que bien podrías llamar “Mi absolutamente nada breve manual hacia una mejor versión de mi”; en la intuición global de que mientras más te aproximes a la versión ideal de ti misma o de ti mismo, más feliz serás.
Lo bueno entonces, es conducir tus acciones y decisiones, según las reglas que has incluido en tu manual personal; lo malo es traicionarlas. Es cuestión de autocongruencia, y la emoción que funciona como alarma para avisar que estás traicionándote a ti y a tu código personal, es la Culpa.