Existen dos
factores muy relacionados entre sí dentro de las dinámicas de pareja: el primero es el de una continua
exigencia de honestidad, y el otro es la creencia equivocada de que si el amor
es puro, ambos deben compartirlo todo. En realidad ambos factores son
exigencias que generan la expectativa inalcanzable de que es posible vivir
dentro de una total transparencia y sin fronteras entre ambos.
Y no. Los
seres humanos necesitamos desarrollar diferentes aspectos de nuestra identidad
como nuestra individualidad o nuestras relaciones de forma simultánea; no basta que nos avoquemos intensamente al desarrollo de
alguno de esos aspectos cuando otros los dejamos descuidados, porque al final
nos sentiremos igualmente incompletos o incompletas como si no hubiéramos
evolucionado en lo absoluto. Y la identidad es, fundamentalmente el modo en que
nos definimos como personas; algo parecido a la explicación que hacemos de
quién, porqué y de qué manera voy siendo.