martes, 14 de mayo de 2019

¿Tartamudeas por ansiedad?

Algunas personas tartamudean cuando hablan, y hay otras a las que se les lengua la traba de vez en cuando; algunas más, al expresarse arrastran las palabras haciendo gala de una dicción espantosa, y también hay quienes de plano, mejor se ponen en modo “mute” y en vez de hablar, no dicen nada.

En ocasiones, estas situaciones pueden deberse a un daño neurológico ubicado en la Corteza cerebral de la gente, dentro de las regiones asociadas o con las funciones motrices del habla, o con las relevantes para la formación de conceptos… pero si estos accidentes al expresarse, tipo disritmias y tropiezos, se dan particularmente en situaciones de estrés elevado, puede que la cosa sea más psicológica o emocional, que neurológica.

O puede que la circunstancia psicológica / emocional agrave una condición psiquiátrica como el Síndrome de Tourette, que puede ser controlable con medicamento, salvo en presencia de la maligna ansiedad.

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¿Tartamudeas por ansiedad?

Algunas personas tartamudean cuando hablan, y hay otras a las que se les lengua la traba de vez en cuando; algunas más, al expresarse arrastran las palabras haciendo gala de una dicción espantosa, y también hay quienes de plano, mejor se ponen en modo "mute" y en vez de hablar, no dicen nada.

En ocasiones, estas situaciones pueden deberse a un daño neurológico ubicado en la Corteza cerebral de la gente, dentro de las regiones asociadas o con las funciones motrices del habla, o con las relevantes para la formación de conceptos... pero si estos accidentes al expresarse, tipo disritmias y tropiezos, se dan particularmente en situaciones de estrés elevado, puede que la cosa sea más psicológica o emocional, que neurológica.

O puede que la circunstancia psicológica / emocional agrave una condición psiquiátrica como el Síndrome de Tourette, que puede ser controlable con medicamento, salvo en presencia de la maligna ansiedad.

Y es que las habilidades para comunicarnos son el fundamento de nuestras relaciones con los demás, y si nuestra forma de hablar es accidentada, se van a afectar algunas de nuestras interacciones al relacionarnos, y aquí aparece un círculo vicioso: si mis problemas al hablar se disparan con la ansiedad emocional, y la ansiedad se dispara cuando me siento ridículo por tartamudear, entonces esa ansiedad va a generar mayores problemas al hablar que van a ocasionar una mayor ansiedad… y así al infinito.