Los 3 caminos a la seducción

En el antiguo arte de la seducción, cada quien se hace sus mañas, y tomando en cuenta que la primavera esta a la vuelta de la esquina, todos y todas vamos desempolvando nuestro arsenal erótico para lograr las mejores conquistas sexuales del año. ¿Estás lista o listo para la cacería?

Efectivamente, es en primavera cuando el cuerpo humano responde mejor a los estímulos sexuales, pero es un hecho que no todos le respondemos igual a lo mismo: yo respondo mejor a lo visual, puede que tu más a lo auditivo, y alguien más a lo kinestésico. Cada persona va habituándose a favorecer alguno de sus sentidos en la tarea de conectar con el mundo a su alrededor, particularmente el oído, la vista y el movimiento físico (lo kinestésico), y de ahí también obtiene fuentes de placer y gozo.

Más despacio: si cuando vas al cine te fijas más en los efectos especiales que en la banda sonora de la película, eres definitivamente más visual que auditivo; pero si lo más emocionante de ella fueron las secuencias de acción que el argumento o su propuesta estética, entonces lo tuyo es más kinestésico. ¿Y tu pareja cómo es? Una chica auditiva disfruta mucho escuchando música, alguien más visual frecuentaría museos de arte; el kinestésico se la pasa en acción, quizá bailando o ejercitándose, porque le causa placer moverse.


Los amorosos… y el fantasma del SIDA

Para muchas personas, lograr una relación de pareja exitosa es un tópico crucial en el camino a consumar sus proyectos de vida; claro que para muchas otras hay temas más trascendentales hacia los cuales dirigir su atención. No todo el mundo busca estar en pareja, y entre quienes sí eligen este estilo de vida, tampoco todos, ni todas enfrentamos los mismos retos en el camino.

Imagina por ejemplo, que vives con VIH. Pongamos que el proceso de aceptación de tu seroestátus ya está resuelto y no te causa bronca vivir con el virus; ya sabes que muy probablemente no vas a morirte y estás en paz contigo porque sabes cómo cuidarte y te has estado poniendo las pilas para tener una excelente calidad de vida. ¿Qué es lo que sigue?, pues probablemente si tu proyecto de vida está configurado así, lo que sigue es encontrar alguien con quien hacer pareja.

Viene entonces un reto nuevo: ya que conociste a un buen candidato o una buena candidata para iniciar la relación, ya que has avanzado lo suficiente y empiezas a sentir bonito con su presencia, te preguntas en qué momento y de qué manera le vas a decir que vives con el virus del VIH. ¿Y si se espanta?, ¿y si te rechaza? La incertidumbre es tal, que son muchas las personas portadoras del virus que prefieren no arriesgarse al rechazo y evitan iniciar cualquier relación para no salir lastimados, pese a tener esta habitual necesidad de integrarse a una pareja.