Pongamos que es la medianoche, porque en efecto pasan ya de las 12, y tu como yo, al no poder dormir abres tu celular y te pones a navegar en Internet.

Poco importa que el brillo de tu celular estimule tu corteza visual para reactivarse a la espera de más información lumínica… ni importa que el riesgo de encontrarte algo interesante, definitivamente aleje el sueño a varios kilómetros de tu almohada.
Pongamos entonces, que por casualidad te encuentras con esas líneas que recién voy escribiendo…
¿Sabes tu lo que es un examen de consciencia? La filosofía estoica recomendaba al acabar cada día, llevar a cabo una especie de “corte de caja” para identificar los faltantes y sobrantes emocionales del día que terminó.