Un examen de consciencia

Pongamos que es la medianoche, porque en efecto pasan ya de las 12, y tu como yo, al no poder dormir abres tu celular y te pones a navegar en Internet.

Poco importa que el brillo de tu celular estimule tu corteza visual para reactivarse a la espera de más información lumínica... ni importa que el riesgo de encontrarte algo interesante, definitivamente aleje el sueño a varios kilómetros de tu almohada.

Pongamos entonces, que por casualidad te encuentras con esas líneas que recién voy escribiendo…

¿Sabes tu lo que es un examen de consciencia? La filosofía estoica recomendaba al acabar cada día, llevar a cabo una especie de "corte de caja" para identificar los faltantes y sobrantes emocionales del día que terminó. Un examen, tal cual, que tú misma o tú mismo llevarías a cabo para estar en paz contigo. Porque... ¿sabías tu que una de las razones por las que no puedes dormir, es debido a que tu mente está tratando de darle sentido y un cierre a las experiencias que viviste?

Dedícate un espacio para hacer la digestión de tu día; y te prometo que va a ser más fácil para ti conciliar el sueño. De todos modos, tus pensamientos van a estarle dando vueltas al asunto, así que te sugiero un abordaje voluntario y más proactivo.

• Opción a) hazte en silencio algunas preguntas acerca de tu desempeño durante el día
• Opción b) anótalo en una libreta para que la reflexión sea más poderosa

Personalmente prefiero la opción escrita, porque en retrospectiva, un día podré echarle un vistazo a la ruta que he recorrido hacia la mejor versión de mi mismo.

A mi se me ocurre hacerme las siguientes preguntas:

¿De qué me siento más orgulloso en cuanto a mí mismo, el día de hoy?
¿Cuál fue mi decisión más desacertada en este día?
¿En cuáles ocasiones SI traté de hacerme cargo de algo que NO estuviera a mi alcance?
¿En cuáles ocasiones NO me encargué de algo que SI era mi responsabilidad?
¿Me generé alguna deuda para conmigo en este día?
¿Resolví algún asunto pendiente que venía yo arrastrando?
¿De qué podría felicitarme a mi mismo, respecto al día de hoy?
¿En qué fui mejor que otras ocasiones?
¿De qué modo manejé mejor mis emociones?
¿Qué situación resolveré distinto la próxima vez que me suceda?
¿Cuál fue mi emoción más dominante este día?
¿Fui activamente responsable de ser feliz?
¿Qué puedo hacer mañana para ser más feliz de lo que fui hoy?

¿Tu cuáles te harías?

Esas son las preguntas que yo me haría acerca de mi mismo, y de hecho, inventaría el juego de escribir cada una de estas preguntas en una tarjeta de cartón o cartulina, estas y las que se me fueran ocurriendo; y cada noche meditaría sobre tres preguntas tomadas al azar para practicar mi examen de consciencia. Ok, súbitamente veo que he inventado el juego y ahora necesito una cartulina. ¿Saben si Lumen nocturno entrega a domicilio?

Los #estoicos afirmaban que el beneficio de hacer un examen de consciencia diario, reside en que aprendes a observarte y a hacerte responsable del camino que estás eligiendo para ti todos los días. ¿Hacia dónde vas, en qué te estás convirtiendo?

¿En cuál dirección queda la mejor versión de ti?

Tus "defectos de personalidad" se reducirán cuando sabes que todos los días compadecerás frente a tu propio análisis crítico, en el que no necesitas mentirte, porque eres tu misma o tu mismo y no sirve de nada engañarte... y además siempre vas a perdonarte, porque crecer es un proceso que incluye todas las segundas oportunidades que necesites.

De hecho, si de inicio te invité a hacer una práctica filosófica de la Grecia antigua, al final te invito a realizar una práctica hawaiana actual, ¿conoces el ho’oponopono?

Después de hacer tu examen de consciencia, junta las manos cerca del pecho, entrelazando tus dedos, y repite cinco veces estas palabras: "Lo siento. Perdóname. Gracias. Te amo"

"Lo siento. Perdóname. Gracias. Te amo"
"Lo siento. Perdóname. Gracias. Te amo"
"Lo siento. Perdóname. Gracias. Te amo"
"Lo siento. Perdóname. Gracias. Te amo"
"Lo siento. Perdóname. Gracias. Te amo"

...duerme bien. Hasta mañana. Gracias.