Y yo te apuesto a que si. Porque la magia y el pensamiento mágico, son una de las maneras mediante las que lidiamos con la incertidumbre y recreamos la sensación, aunque sea débilmente, de estar en control de las situaciones. Y he aquí una fórmula básica: en los momentos en que vivimos más asustados o en incertidumbre, más poderosos son nuestros pensamientos mágicos.
¿Qué hay de malo en ello?