Dice Wikipedia que el Principio de incompetencia de Peter describe cómo, en una jerarquía organizacional, todo empleado tiende a ascender en el escalafón hasta su nivel de incompetencia.

Es decir, que si bien sus méritos laborales le propulsan en el escalamiento de mejores puestos con mayores responsabilidades (e ingresos), el ascenso se frena cuando se alcanza un nivel donde encuentra excedidas las capacidades personales.
Según analistas en alta dirección, esta evaluación ligeramente pesimista, se fundamenta en la ausencia de habilidades relacionadas con la Inteligencia Emocional.
En el mercado laboral, las personas que han desarrollado mayor Inteligencia Práctica son suficientes para desempeñar un rol operativo, donde las tomas de decisión son rutinarias y los desafíos no demandan un pensamiento “fuera de la caja”; además, las competencias vinculadas a la gestión de equipos, negociación, mentoría y mediación, no suelen ser tan necesarias.