El principio de incompetencia

Dice Wikipedia que el Principio de incompetencia de Peter describe cómo, en una jerarquía organizacional, todo empleado tiende a ascender en el escalafón hasta su nivel de incompetencia. Es decir, que si bien sus méritos laborales le propulsan en el escalamiento de mejores puestos con mayores responsabilidades (e ingresos), el ascenso se frena cuando se alcanza un nivel donde encuentra excedidas las capacidades personales.

Según analistas en alta dirección, esta evaluación ligeramente pesimista, se fundamenta en la ausencia de habilidades relacionadas con la Inteligencia Emocional.

En el mercado laboral, las personas que han desarrollado mayor Inteligencia Práctica son suficientes para desempeñar un rol operativo, donde las tomas de decisión son rutinarias y los desafíos no demandan un pensamiento #FueraDeLaCaja; además, las competencias vinculadas a la gestión de equipos, negociación, mentoría y mediación, no suelen ser tan necesarias.

Sin embargo, estas mismas personas al tratar de desempeñarse en roles directivos o ejecutivos, encuentran que sus habilidades ya no les alcanzan para el nuevo rol que adquirieron en la organización, y carecen de otras más específicas como la capacidad de influir en los demás, liderazgo, conciencia política, confianza en sí mismos y motivación de logro. Esto les conduce entonces a enfrentar a la mala el #PrincipioDePeter.


La moraleja de esto, es que quien no ha cultivado la suficiente #InteligenciaEmocional a lo largo de su trayectoria profesional, puede perfectamente obtener un buen trabajo, pero encontrará obstaculizado su ascenso hacia puestos ejecutivos, conforme los nuevos roles le demanden mayores capacidades de gestión emocional.

Estas habilidades de gestión pueden dividirse en dos grandes rubros, unas corresponden a tu área de la Competencia Personal, y otras a la de tu Competencia Social.
  • Competencia Personal incluye habilidades como ser consciente de ti, no solo de tus emociones y creencias, sino también de tus fortalezas y debilidades; de modo que puedas cultivar auto - confianza. Lo mismo implica automodivarte y regular tus propios impulsos para ser un elemento confiable, íntegro y adaptable en la organización.
  • Competencia Social a su vez, implica habilidades emocionales que van desde la empatía y la vocación de servicio, hasta la posibilidad de sacarle partido a la diversidad, tanto de personas, como de ideas y posturas. Finalmente, se contempla la adecuada capacidad de identificar y moderar las tendencias emocionales en un grupo.

Hoy en día, las empresas líder como Scotiabank, Nestlé, General Motors o Google, han ponderado la Inteligencia Emocional por encima de la Inteligencia Práctica para elegir a las y los aspirantes más idóneos para cubrir puestos de Alta Dirección, porque las habilidades emocionales son más difíciles de adquirir mediante una capacitación ordinaria.

¿Tu hacia dónde planeas dirigir tu trayectoria profesional?; quizá no sea mala idea ir puliendo tus Competencias Personales y Sociales en Inteligencia Emocional; no vaya a ser que en una de esas te topes con el Peter y su principio de incompetencia...

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