En una noche pavorosa, inquieto, miraba con ansias un proyecto rezagado; cuando creí escuchar un extraño ruido, de repente, como si alguien tocase a mi puerta suavemente. Y ya sabes, casual: vas a la ventana y es un cuervo el que toca con la punta de su pico, que a veces usa para llamar al cristal y otras para sentenciar “Cras”, "Cras". Porque en mi historia, este cuervo no habla inglés para decir "nunca más", sino latín, y estoy seguro que esa habría sido la línea argumental, si Poe hubiese dejado la creación de tan oscuro poema para después.
Nunca más. O como decimos acá en México: "si, ahorita".
La historia ¿verdadera? dice que fue un centurión romano del s. III el que teniendo múltiples actividades por realizar, estaba dejando para luego las que tenían que ver con su conversión al cristianismo; máxime, con la mala influencia de un cuervo del barrio que repetidamente le graznaba “#Cras”, que en latín significa "mañana". Se dice que supo ignorar al animal y darse en breve a la tarea de volverse cristiano, le llamaron #SanExpedito (porque supongo que en el proceso se curó de un pequeño alcoholismo), lo torturaron, lo mataron, se volvió mártir y todos muy felices por siempre.
Nunca más. O como decimos acá en México: "si, ahorita".
La historia ¿verdadera? dice que fue un centurión romano del s. III el que teniendo múltiples actividades por realizar, estaba dejando para luego las que tenían que ver con su conversión al cristianismo; máxime, con la mala influencia de un cuervo del barrio que repetidamente le graznaba “#Cras”, que en latín significa "mañana". Se dice que supo ignorar al animal y darse en breve a la tarea de volverse cristiano, le llamaron #SanExpedito (porque supongo que en el proceso se curó de un pequeño alcoholismo), lo torturaron, lo mataron, se volvió mártir y todos muy felices por siempre.