Una como quiera...

En el estuche de herramientas de un psicoterapeuta, una de las estrategias más manoseadas es verdaderamente el: "una como quiera, pero ¿y las criaturas?". Y es que no vamos a negar el valor de los clásicos.

En muchas ocasiones trivializamos las circunstancias tóxicas que vivimos día con día; ya sea porque uno a todo se acostumbra, o porque identificar ciertas situaciones como violentas, nos obligaría a tomar cartas en el asunto... y mejor preferimos justificar lo injustificable con tal de no sentir la obligación de actuar.

Una como quiera...


Pero cuando a una mujer que es mamá, le preguntas como podría ser que su hijo estuviera entendiendo los golpes que el marido le propina a ella, o como estaría el chilpayate asimilando los insultos que ella misma le dirige a su marido, entonces se ve en la imposibilidad de seguir tapándole el ojo al macho.

Es difícil normalizar la violencia cuando la observas desde la mirada de un niño.

Pero no solo con las madres, también los papás se preocupan mucho por no intoxicar la crianza de sus hijos... y creo que igual que ellas, ellos se preocupan cada vez más. Muchas veces la violencia que por iniciativa propia o auto preservación no podemos frenar, conseguimos detenerla cuando hay un pequeño testigo tratando de entender el mundo desde el pobre ejemplo que los adultos le damos. #trascendencia

¿Te gustaría que tu hija aprendiera a tolerar agresiones de su novio, como las que tu vives en tu casa a diario?, ¿te gustaría enterarte que tu hijo mandó al hospital a su esposa por hacer lo mismo que tu haces hoy cuando llegas fastidiado del trabajo?

Es más, ¿si fueras padre serías capaz de educar a un niño feliz?, ¿has considerado que aún estas a cargo de esa niña que fuiste? Si te encontraras con una imagen de ti a los 6 años, ¿estarías en la condición de mirarte a los ojos sin remordimientos ni culpa...?

¿Cómo le explicarías a una niña de seis años porqué necesitas revisar los mensajes en el celular de tu novio?

Si, ya se que es un golpe bajo... prácticamente un burdo chantaje emocional, pero en la guerra, el amor y en la psicoterapia todo se vale. ¿Tu has pensado qué clase de huella vas dejando con tus decisiones dentro de tus relaciones con los demás?

Creo que decidimos diferente cuando evaluamos nuestras consecuencias en un mayor contexto.