El termino “feminicidio” no surgió porque universalmente necesitemos nombrar este tipo de asesinatos, muy probablemente, de hecho, tu no lo necesitas; pero en ciertos contextos, era imperativo que se definiera de forma específica este tipo de crímenes.

En el contexto legislativo, es importante diferenciar este tipo de asesinatos de otros, porque tienen un patrón muy específico, y si identificamos cómo se desarrolla este patrón, pueden desarrollarse estrategias puntuales para obstaculizar alguno de los pasos que llevan hacia la específica muerte de una mujer.
En este contexto, la precisión y el detalle al definir un fenómeno, ayudan a que la estrategia sea más efectiva. O al menos en teoría…
En el contexto antropológico y sociológico, y probablemente también el psicológico, es importante distinguir los “feminicidios” de otros tipos de asesinato por la misma razón, dado que estas disciplinas de estudio pueden abordar los patrones sociales que llevan a la muerte de las mujeres, y nuevamente, el tener una definición puntual y precisa, realmente puede ayudar a generar estrategias más efectivas para atacar esta modalidad de asesinato o “conducta sociopática”.