Feminicidios

El termino “feminicidio” no surgió porque universalmente necesitemos nombrar este tipo de asesinatos, muy probablemente, de hecho, tu no lo necesitas; pero en ciertos contextos, era imperativo que se definiera de forma específica este tipo de crímenes.

En el contexto legislativo, es importante diferenciar este tipo de asesinatos de otros, porque tienen un patrón muy específico, y si identificamos cómo se desarrolla este patrón, pueden desarrollarse estrategias puntuales para obstaculizar alguno de los pasos que llevan hacia la específica muerte de una mujer.

En este contexto, la precisión y el detalle al definir un fenómeno, ayudan a que la estrategia sea más efectiva. O al menos en teoría...

En el contexto antropológico y sociológico, y probablemente también el psicológico, es importante distinguir los “feminicidios” de otros tipos de asesinato por la misma razón, dado que estas disciplinas de estudio pueden abordar los patrones sociales que llevan a la muerte de las mujeres, y nuevamente, el tener una definición puntual y precisa, realmente puede ayudar a generar estrategias más efectivas para atacar esta modalidad de asesinato o "conducta sociopática"


Si tú no perteneces al entorno legislativo, antropológico, sociológico, psicológico o alguna otra disciplina que esté pasando yo por alto, realmente no tienes porqué utilizar esa molesta palabra con F, no tiene porque hacerte sentido y lo mismo, podrías permitirte simplemente llamarlo homicidio. No es una imposición; no necesitas pelearte con la palabra.

Claro que si te identificas con esas mujeres que son asesinadas, puede entonces que te sea inevitable hablar de “feminicidios”… porque cada muerta desconocida y lejana, es una metáfora cada vez más cercana de tu propia circunstancia.

O bien, si de casualidad te identificaras con un feminicida, entonces déjame decirte que tu no estás enfermo: no padeces de un malestar que provoque que en cada ocasión en que estornudes, le quites la vida a una mujer cercana a ti, tal vez tu hermana, tu madre o tu pareja. No, lo que te pasa es que construiste tu masculinidad (tóxica) en términos estrictos de poder, y necesitas someter a una mujer para reafirmarte como dominante en la estructura de tu manada imaginaria.

Ahora bien, hablo de un patrón que define este tipo de crimen, porque en primera instancia, es cometido en contra de una mujer, por eso se le llama “feminicidio”; pero no es “mujericidio” porque el asesino que, por cierto, invariablemente es un hombre (y eso también es parte del patrón), no ataca el sexo de la mujer, ataca su género: su feminidad.

El punto central del "feminicidio" es que consiste en un ejercicio asesino del poder, que va desde un tipo de masculinidad construida en torno a una superioridad imaginaria, y se dirige hacia una mujer que no muestra el tipo de feminidad adecuada para este modelo de masculinidad... cada feminicida tiene una expectativa personal de cómo "debiera" de ser la feminidad de la mujer que tiene enfrente, y al no manifestarse como el la ha idealizado, la mata.

La parte más oscura del proceso que culmina en el "feminicidio", es que el asesino suele ser alguien con quien la mujer probablemente se ha encariñado, y gracias a ello consigue llegar tan cerca de ella, que tiene oportunidad de matarla. Esto implica que si, efectivamente cada feminicida es un traidor que tiene el chance de ser un asesino porque su víctima le obsequió su confianza.

¿Tienes una idea de cómo ha de ser, que tus últimos pensamientos mientras te mueres sean "porqué me estas haciendo esto"?; o bien "no, detente, por favor date cuenta que soy yo".

Y evidentemente no se trata solamente de un crimen pasional que inicia en romance y acaba en muerte, porque el feminicida puede ser igualmente un hermano, un padre, un amigo que parecía ser el mejor, a veces un hijo, y si, también a veces un novio o un esposo.

Hasta este punto te estoy compartiendo el perfil del asesino feminicida, que se define por el tipo de masculinidad que el criminal ha elaborado para el mismo.

Entre las múltiples opciones posibles de masculinidad, existen las masculinidades constructivas, las masculinidades tóxicas y las masculinidades asesinas. No hay hombre que de manera libre, carezca de la oportunidad de elegir que tipo de masculinidad quiere para sí mismo.

Por eso, si la tuya es una masculinidad tóxica, o bien, una masculinidad asesina, entonces no eres una persona enferma que deba curarse de algo, eres solo un asesino en potencia que debiera alejarse de las personas, en lo que logra aprender maneras mas positivas de conectar con las y los demás.

Pero atención, que la situación no se queda simplemente en la escena del crimen. El problema se extiende a ti y a mi que estamos hablando de esto como quien conversa acerca de si el príncipe heredero de Asturias va a divorciarse, o si los Back Street Boys van a reunirse para sacar un nuevo disco. Probablemente nos involucramos más, dando seguimiento a un caso de la Ley y el Orden, que sabiendo de alguno de los “feminicidios" que están ocurriendo en esta ciudad, ahorita, en este mismo día.

Tu y yo alimentamos a una sociedad feminicida.

Quizá todo reside en el marketing. ¿Dime que opinas de este nuevo concepto: CSI Edomex, CSI Monterrey, CSI CDMX o CSI Puebla? Tal vez esta aclaratoria no sería necesaria, si durante una temporada completa escucharas al agente Gil Grisson utilizar la espantosa palabra con F.

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