2020: "Bajar de peso"

Como todos sabemos, porque mira que solemos hacer chistes al respecto, en el Top 10 de los propósitos favoritos para inicio de año... de cada año, está el consabido "bajar de peso"; a veces acompañado de un discreto "ahora si".

Si tu lista de propósitos incluye este egregio deseo, permíteme avisarte que existen algunas consideraciones que quizá debas contemplar:

El cuerpo humano necesita de energía para moverse, para vivir y para publicar en Facebook; incluso necesita energía para pensar. Y esa energía proviene de tus alimentos. Cuando a través de lo que comes, ingresas tanta energía como la que vas a gastar, quedas en tablas y no pasa nada; cuando ingresas menos energía de la que ocuparás, sentirás fatiga, te costará trabajo enfocar tu atención y experimentarás con mayor frecuencia emociones como la tristeza, inseguridad o el enfado. ¿Ubicas a esa gente que se pone de malas cuando le da hambre?

El sobrepeso, obesidad o pachonéz, ocurre cuando ingresas a través de tu alimentación, más energía de la que vas a gastar; y tu fisiología decide, por aquello del no vaiga’ a ser, almacenar todo ese sobrante en forma de lípidos (lease "grasa") dentro de las células de tu tejido adiposo (léase "lonja"), por si en una de esas, llega ese guardadito a servir para algo.

Realmente, está excelente tener grasa en nuestro cuerpo porque nos permite conservar nuestra temperatura óptima independientemente del clima exterior, amortigua los golpes que recibimos para que no dañen nuestros órganos internos, y a nivel micro, transportan muchas vitaminas (las "lipo - solubles") a donde deben de llegar para que realicen su chamba.

Además, debemos reconocerlo: otra labor crucial de la grasa corporal es darle forma bonita a nuestro cuerpo... me refiero a la grasa corporal que está bien acomodada, por supuesto.

El problema viene cuando tu cuerpo tiene exceso de grasa porque tu le has metido un exceso de alimentos cuya energía no ocupas. Y pues cómo no, mi cielo; si nada más de darle vueltas a la lista pseudo inteligente de series en Netflix, apenas y te gastas media caloría para al final no ver nada, e irte a visitar el refri a por un delicioso Gansito que incluye 200 000 energéticas calorías nada más para ti y tu probablemente sedentaria vida.

Con esto en mente, si tu tienes obesidad es por alguna o algunas de estas 3 razones :

• Tienes malos hábitos alimenticios: agarras todo lo que no se mueva o parezca ya estar muerto, y te lo llevas a la boca; sin una estrategia o plan de alimentación personal. Al final, ingieres con tu comida, más energía de la que tu actividad física necesita, y tu cuerpo comienza a almacenar... y almacenar... y almacenar...

• Comes por ansiedad: puede que en tu infancia, cada vez que te celebraran, te dieran algo de comer; cada vez que te apapacharan, te dieran otra cosa de comer; cada vez que te consolaran, cada vez que dijeran te quiero, en tu cumpleaños, y así. En Latinoamerica, como en otros sitios, asociamos la comida con bienestar y afecto; y si estuvimos estresados y nos queremos reconfortar, apapachar o consolar para sentir bienestar o afecto, comemos. A esto se le llama "hambre emocional", y es importantérrimo distinguirla del hambre fisiológica.

• Tienes una condición clínica: si... no necesariamente eres responsable de tu exceso de peso (en caso de que efectivamente tengas exceso de peso). Hay diversos trastornos fisiológicos que pueden alterar tu metabolismo y de ahí, el modo en que tu cuerpo aprovecha los nutrientes. Ciertos problemas en la tiroides pueden ser un ejemplo de ello. Por eso, cuando has decidido ir bajar de peso, y estas muy por arriba de tu talla, primero lánzate a que un médico te cheque para que evalúe si lo tuyo radica en tus hábitos o en es tema metabólico.

Si has decidido bajar de peso, tal vez estés sopesando la dieta de la Luna, la de la Zona o la mediterránea; y si eres más pro, quizá consideres la dieta paleo, la ayurvédica, la cetogénica, la vegana, el ayuno intermitente... y al final va a ser como tratar de decidir que quieres ver en Netflix y su consabida parálisis por el exceso de opciones. No, por favor. Por lo que mas quieras, acude con un dietista, nutrióloga, nutriólogo para que te guíe y oriente, porque tu metabolismo no es un juego, y andar experimentando dietas, neto: puede verdaderamente dañar tu salud. No es broma.

Pero ya entrados en gastos, te recomiendo un cambio de enfoque: que tu meta no sea bajar de peso, sino modificar tus hábitos alimenticios. Si este año, siguiendo la dieta de la Luna bajas 20 kilos y para celebrarlo te avientas unos tacos con coca light, esos 20 kilos van a volver; y no es por el dichoso "efecto rebote", sino porque tus malos hábitos no se fueron por mucha Luna que le metieras a tu dieta.

Si te has propuesto bajar de peso y no hay un médico que te diga que es urgente que bajes porque tu salud está en peligro, entonces ve a la busca de una dieta nueva y mejor organizada que puedas sostener de ahora en adelante, no por un periodo corto de tiempo. Piensa en una que no te deje con hambre, que incluya comida sabrosa pero en las cantidades adecuadas, que tenga las proporciones de nutrientes bien balanceadas según tu sexo, tu edad, estatura y nivel de actividad física.

En este sentido, las ciencias de la nutrición pueden decirte cuanta energía necesita tu cuerpo para funcionar como tu necesitas que funcione, en cuál proporción de grasas, proteínas y carbohidratos debe de organizarse tu alimentación, y cuánto porcentaje de tu grasa corporal es necesario reducir para tener mayor salud, o para que te guste más tu propia silueta.

A mediano plazo, una vez que consolidaste hábitos más saludables para tu alimentación (y te cercioraste de no tener ningún trastorno metabólico), comenzarás a ver resultados en tu talla corporal y tu silueta.

Posteriormente, a largo plazo y ahora con hábitos adecuados y una alimentación más consciente, ya puedes profundizar en sofisticaciones alimenticias como la dieta paleolítica, la ceto o cualquiera otra de las que hoy están de moda.