¿De qué animal te enamoras?

¿Te ha tocado ser pareja de alguien que al final resulto ser “todo un animal”? Seguramente si; la verdad es que en esto del amor cada quien tiene su propio estilo de relacionarse y de estar en pareja. Por eso, y sólo para entretenernos un rato, a continuación tomaré este fenómeno como pretexto y te voy a presentar el muy distintivo perfil de siete animales distintos, algunos más animales que otros, y entre los cuales seguramente alguno va a resultarte sospechosamente familiar.

Al final, vale la pena preguntar, ¿te recuerdan especialmente a alguien que conociste, o simplemente recuerden a ti, en algún momento de tu vida? Vamos, que que para serte honesto, algunos de estos sin duda, me recuerdan a mi.

El Gorila: Si te es atractiva la idea de un novio fuerte, varonil y que te proteja constantemente, que te haga sentir importante y se preocupe por ti, podemos recomendarte nada menos que al Gorila. Traído directamente de las junglas más profundas, este espécimen tan dominante es la mejor alternativa para quienes se dejan impresionar por los machos a la antigua usanza, es el epítome de la masculinidad galante, pendiente de tus necesidades y celosillo. Pero es a mediano plazo un arma de doble filo con la que deberás tener cuidado.


Conforme la confianza avanza y la cotidianidad se impone, conviviendo con El Gorila descubres que la protección que originalmente te caía tan simpática, con el tiempo se convierte en posesión (¿a dónde vas?, ¿con quién vas?, ¿porqué vas?), dominio y una radical invasión a tu espacio y a tus tiempos. El Gorila puede ser un hombre violento si no logra contenerse, que grita y manotea cuando se le acaban los argumentos en una discusión, hace críticas agresivas y no tolera la frustración con facilidad.

Si resulta que aceptaste nuestra recomendación e iniciaste una relación con un gorila, deberás de marcarle límites desde el principio y dejarle claro que si bien te gusta sentir protección, no es agradable ser subyugado. Deberás encontrar el justo medio entre tener un carácter sólido, pero sin violencia, para no convertirte entonces tú en El Gorila.

El Pavo Real: Si en lugar de un caballero feo, fuerte y formal, lo que buscas es más bien alguien de corte metrosexual, que sea avant garde y le hable de tú a todos los publirrelacionistas de los antros y fiestas de moda, podemos presentarte al Pavo Real. Él es el hombre encantador con quien puedes salir y pasarlo espectacular; divertido, hiper social, amiguero, incansable y buena copa. La pasarás muy bien con este animal, solo ten cuidado de no quedar en medio de su público y él, pues para este caballero lo más importante es ser el centro del universo y hacer que todo acabe por girar en torno a él.

Puede que se lleve con tus amigos mejor de lo que tú mismo jamás lograste, o puede que te sientas disminuido frente a su encanto exorbitante; pero al final, siempre tu autoestima acaba por los suelos mientras que coincidentalmente la suya ha crecido todavía más. No te extrañe, pues los pavoreales si no cuidan sus impulsos de ser el centro de la atención, se vuelven egoístas, esclavos de la moda y verbalmente violentos. ¿Cómo es esto?, bueno, si te suena la frase: “no se que hago yo contigo”, o “mira, el sí es guapo”, entonces claramente ya te has conseguido tú, tu propio Pavo Real.

El Gato: Este es un hombre al que le fascinan los lujos, las comodidades y el placer; y es precisamente al placer al que suele darle más peso que a la razón o el sentido común. No es raro ver al Gato clavado en alguna adicción hacia al tabaco, alcohol o incluso al sexo, pues, repito: a él le motiva el placer, y estará ahí donde pueda encontrarlo y en toda ocasión en la que tenga oportunidad.

Con él la pasas bien si buscas con quién compartir lujos y placeres, orgías, drogas y etcétera; sin embargo, ya a este nivel, el Gato puede ser un poco primitivo, no se detiene a construir un proyecto de vida o de pareja, porque, básicamente: no va para ningún lado. Es poco estratégico porque no tiene objetivos sólidos. En el amor busca casi con exclusividad lo inmediato y placentero o la excitación corporal, por eso, si te enamoras de un Gato, considera la posibilidad de que la relación será principalmente sexual,  y se irá lejos cuando sea atraído por nuevos placeres en otro lado.

El encanto del Gato es que nadie sabrá estimularte como lo hace él, vivirás una sucesión de buenos momentos inolvidables y siempre te sorprenderá su habilidad para hacer del hedonismo un arte. Pero a mediano o largo plazo te preguntarás ¿qué más?; a veces una sucesión de buenos momentos no alcanzan para construir con ellos una historia.

El Perro: ¿Prefieres un galán tierno, inofensivo y solícito? Tenemos al animal perfecto para ti: el Perro es el tipo de pareja que te va a dejar tomar todas las decisiones, el te delega todo, no te contradice y siempre te responderá: “si mi vida”, “a donde tu quieras” o “lo que sea está bien”. El problema es que no se involucra en la construcción del proyecto de pareja y al final te deja todo el paquete a ti; lo que a la larga deja de ser tan gracioso.

Se trata de un hombre que fue hecho estrictamente con base en los moldes sociales, habituado a ser lo que los demás esperan de él; por eso hace sus elecciones sin un criterio personal y generalmente acaba por seguir los proyectos que otros le imponen. Ocioso es decir que resulta un hombre súper dependiente de su familia, amigos y de su pareja; posiblemente en ese orden. Si eres alguien a quien le gusta compartir las decisiones y la relación en general, y en partes iguales, descubrirás que un Perro es lo que menos necesitas, además de que nunca estarás seguro si esta contigo por decisión propia o por miedo a quedarse solo.

Es el tipo de animal que va a procurar sentirse útil a cambio de ser aceptado. Su encanto consiste en que hará lo imposible por evitar el conflicto, y si a ti se te da eso de mantener el control en cada momento, entonces vas a ser justo el roto que necesita este descosido.

El Polilla: No, este animal no se come tu ropa ni tus muebles. El Polilla es solamente un poco disperso, le encanta el brillo de las cosas nuevas tales como un auto nuevo, un celular nuevo, una relación nueva, una camisa nueva y cosas así. Si no se cuida de sí mismo, este hombre, al que no le es sencillo eso de esforzarse, termina siendo un ser inconstante, superficial y voluble; su problema, por eso, es que sufre mucho de soledad, pues difícilmente se vincula con la gente o se involucra en proyectos a mediano o largo plazo.

Deja por ahí muchos asuntos sin concluir, abandona sistemáticamente mucho de lo que inicia, y va acumulando una creciente frustración que resuelve adquiriendo más cosas, personas o situaciones nuevas. Pero es una ilusión, en realidad con esa estrategia no resuelve nada. Su ventaja es que cualquier malestar, desde la tristeza hasta la soledad, parece desaparecer cuando estrena, pero a la larga sus problemas regresan y debe buscar con desesperación algo novedoso que lo vuela a estimular.

Por eso debes de mantenerte en constante renovación ante este animal que se aburre con facilidad, debes permanentemente proponiendo actividades estimulantes, lugares interesantes, etcétera. ¿Suena estresante y cansado sostener una relación asi?, sip... lo es.

El Avestruz: Puede que hayas tenido ya una relación así y quieras repetir, porque el Avestruz es un animal difícil de olvidar, una vez que has tenido una relación con él. Encerrado en sí mismo e instaladísimo en su zona de confort, El Avestruz es una persona que no desea, para nada, meterse en mayores problemas, y cuando se avecina un conflicto su único recurso es meter la cabeza en tierra hasta que el problema haya pasado, o sea tan tremendamente tarde para resolverlo, que ya no dependa de él.

No te preocupes, en realidad no hará un agujero en tu sala. Su estrategia es echarte la bolita para que tú te hagas cargo del dilema, mientras él le da largas al asunto con muy buenos pretextos, como: “tengo muchísimo trabajo”, o “si lo haré, pero en cuanto llegue el fin de semana”; y si de lo que se trata es de dar inicio a una relación, probablemente sea, en efecto, alguien tan increíblemente ocupado que no tendrá chance ni de verte, pero se trata nada más de otra evasión.

¿Cuál es el encanto del Avestruz?, en él encontrarás de inicio una persona que no se inventa conflictos, que no vive con agobio o se estresa fácilmente. Pero a la larga descubrirás que este animal tan alivianado, en realidad no se estresa con nada, y vas a tener que ser tu quien se agobie por los dos.

El Piojo: Con éste terminamos. El Piojo es la clase de animal al que en los bajos mundos, y en el juego de la lotería, se le conoce como El Chichifo. Su proyecto de vida se basa en una vida sin esfuerzos, y su proyecto de pareja consiste en refugiarse dentro de una relación en la que pueda acomodarse con total dependencia. Si se lo permites y él no se da cuenta de lo que está haciendo, acabarás siendo tú quien cocine, ponga la mesa, lave la vajilla y hasta le mastique la comida, mientras él te comenta que no sabe donde le pusiste sus pantuflas.

El nivel de explotación al que te puede someter un Piojo es extremo, desde pseudo esclavizarte, hasta dejarte en la bancarrota. Sería sencillo evitar relacionarte con un hombre así, de no ser porque son encantadores, tremendamente carismáticos y halagadores, todo calculado para que al final termines satisfaciendo lo que ellos necesitan de ti. Te sangran poco a poco hasta que no queda mucho más, y entonces toman tranquilamente sus cosas y se van en busca de otra persona  a quién explotar. A ellos no se les da bien la lealtad, se han habituado demasiado a concebir las relaciones desde un parámetro netamente utilitario.

Pero nuevamente, entre los rotos y descocidos, El Piojo va a ser irresistible para personas que les gusta ejercer el poder dentro de sus relaciones de pareja, porque dentro de la premisa de "el que paga manda", él va a dejarte someterle siempre y cuando te encargues de sus satisfacciones, cuantas quiera que estas sean.

Y así las cosas en el zoológico de las relaciones de pareja, donde frecuentemente lo que te hace aproximarte, puede ser a la larga justamente el rasgo que te distancie de la relación. ¿A ti que te atrae de una persona?, ¿sentir protección de su parte, o que se sepa divertir, o tal vez que te haga sentirte muy relevante en su vida?, tal vez te atraiga alguien que sepa disfrutar del momento, o que jamás se preocupe por absolutamente nada. Cada quien somos clientes de un animal diferente.