¿Qué es lo que tu ciber - perfil dice de ti?

En la comunidad gay y progresivamente, cada vez más fuera de ésta, actualmente son muchos los hombres y mujeres que día con día se suscriben en Internet o mediante aplicaciones para teléfonos inteligentes a sitios de contactos en busca de ligue. Acceden con su nombre de usuario, ingresan su contraseña y revisan quienes han visitado y respondido a su perfil. En este escenario virtual no son pocos los sitios que brindan este servicio y suele ocurrir con frecuencia que quien tiene elaborado su perfil con foto en alguno, lo tiene también en varios sitios más. Las ventajas en torno a la economía de esfuerzos y tiempo son evidentes, pero ¿qué es lo que realmente un perfil dice de ti?

Contextualizándonos, es oportuno decir que “perfil” es la descripción de uno mismo que tu redactas en un espacio personalizado, dentro del sitio y con el fin de que los otros usuarios lo puedan ver y conocer algo de ti; usualmente uno incluye el tipo de persona que busca, el tipo de relación que le apetece y una, dos o más de entre sus mejores fotografías. Cuando ese perfil resulta atractivo e interesante, los demás van a responder dejándote mensajes que puedas leer la próxima ocasión en que ingreses al sitio; cuando no es atractivo, el buzón de mensajes permanecerá vacío.


Con un vistazo general a la extensa colección de perfiles, es evidente que no hay dos iguales; aunque probablemente sí puedas encontrar una misma fotografía en varios perfiles, por eso es aconsejable firmar las imágenes que subes en tanto que el sitio te lo permita. Una vez familiarizado o familiarizada con la diversidad, puedes detenerte a leer lo que unos u otros usuarios escriben de sí mismos. Ahí es donde la variedad se extingue. Muchos perfiles inician con la frase: “es difícil describirse a uno mismo”, y de esa manera se evitan un ejercicio mínimo de introspección, argumentando en seguida que responderán a todas las preguntas que lleguen a su buzón de mensajes. Usualmente no funciona esta estrategia, porque cuando no sabes nada de alguien, seguramente no tendrás ninguna duda o interés hacia esa persona.

Hay los que se extienden a lo largo y ancho de su perfil expresando a detalle cómo ven la vida, te cuentan sus valores éticos y morales y profundizan en derroteros existenciales que se acomodan más a una tarde de café que a la brevedad pragmática de un sitio de contactos. También están quienes se explayan regañando a los usuarios de los otros perfiles porque son muy superficiales o porque no lo son en absoluto, porque son muy femeninos o porque son más masculinos; en fin, que por hablar de los demás te quedas sin saber nada del que suscribe tales líneas, salvo que se trata de alguien indudablemente intolerante. Luego, están los peores: los agresivos, ellos se merecen un párrafo aparte.


Tristemente, no son pocos los perfiles que en pocas o muchas palabras discriminan a quienes no comparten un determinado estilo de comportarse, pertenecen a un dado grupo social o tienen, incluso, algún grado de estudios o de ingreso económico distinto al usuario de ese perfil. Por supuesto que es oportuno explicar en tu espacio, qué tipo de persona buscas o cuál no te cae bien para nada, pero los matices entre lo que simplemente informa o hiere a quien lee tu texto, están en las palabras que eliges. Una sola palabra, siendo peyorativa, puede convertir un perfil en un texto no solamente discriminador, sino también violento y quie tiende a alejar a las personas. Ten esto en cuenta la próxima vez que explores los perfiles, y probablemente reconocerás algunos que te conducen efectivamente a sentirte agredido, tal vez enojado.

Y hay otros que encuentran un equilibrio entre platicar cómo son y qué es lo que buscan.

Cuando redactas un perfil personal para alguno de estos sitios, es importante hablar de ti, describiendo aspectos positivos de tu personalidad que consideres atractivos, o las cualidades que son tu fuerte; debes incluir alguna que otra de tus gracias físicas, también eso te servirá de mucho. Es cierto que vivimos en una cultura donde hablar bien de uno mismo es una especie de tabú, pero a veces es positivo, además de sano, el ser capaces de reconocer nuestras propias fortalezas con la misma facilidad con la que podemos reconocer las de alguien más. Cuando te presentas a alguien, en vivo o mediante un perfil en la red, es precisamente una de esas veces.

Como sea, hagas lo que hagas, jamás hables mal de ti. Ya habrá posteriormente, tiempo para que menciones tus defectos de alguna forma o se noten por ellos mismos; pero este no es, ni remotamente, el momento para que los saques a colación. Recuerda que estás haciendo una especie de labor de venta.

¿Cómo es el tipo de persona que buscas y para qué? Ten claridad en este aspecto, en medida de lo posible. No emplees adjetivos que puedan ser agresivos para alguien, porque ese tipo de mensajes solamente atraerán la atención de otra persona agresiva, y en este contexto, “agresivo” es un claro sinónimo para “violento”. No querrás una cita con alguien violento, ¿cierto?

Deja claro qué es lo que quieres: sexo, amistad, etcétera, pero cuida de ser congruente. Si en tu perfil declaras no estar buscando sexo, tus fotos o tu nombre de perfil no deben de enviar el mensaje contrario. Sé directo, así como cuando buscas una entrevista de trabajo, tu objetivo es conseguir una primera cita, igual tratarás de obtener tu primer encuentro con el dueño o la dueña del perfil que llamó tu atención; en esa primera cita podrás compartir todos los rollos existenciales que traigas en la cabeza, las canciones y poemas que te gustan o los viajes por el mundo que alguna vez hiciste, hasta entonces; mientras tanto invierte el espacio de tu perfil en dar respuesta a las preguntas ¿cómo eres?, ¿qué te gusta? y ¿qué buscas?

Los sitios de contactos te pueden acercar a muchas personas que muy probablemente no habrías conocido de otra forma, implican la oportunidad para tener sexo con gente absolutamente distinta o para iniciar desde cero nuevas relaciones de amistad o de pareja, en el país en el que estás o, ¿porqué no?, en cualquier otro. Es tan bueno un espacio en la web como la barra de algún bar o el semáforo en rojo de cualquier calle. No te limites a ninguna alternativa: no te convenzas de que quienes hacen uso de estos espacios virtuales carecen de habilidades para socializar, porque no suele ser verdad, ni vayas a pensar que es más fácil o eficaz ligar por Internet de lo que resulta hacerlo de persona a persona. Cada situación tiene sus pros y sus respectivos contras.

Explora, sorpréndete intentado maneras distintas. Te garantizo que con diversificando tus estrategias sociales, tu entorno se enriquecerá significativamente y lo pasarás mucho mejor.

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