Si, para mi las relaciones de pareja son un juego. Tan serio y tan estructurado como solo un juego podría serlo: hay dos participantes, hay muchas reglas, y hay un objetivo que cuando lo alcanzas, se gana.
Algunas relaciones son juegos de ganar – ganar, y otras son de suma cero.
En las primeras, todos los participantes ganan de manera equitativa; pero en las segundas, la misma proporción en la que uno de los jugadores gana, es la misma proporción en la que el otro participante pierde.
Hay quienes juegan a ganar, pese a quien le pese o incluso pese a la relación misma; y hay también los que juegan a perder, porque tenían tantas ganas de jugar, que sacrificarían lo que fuera por mantenerse jugando.