Viaja ligero

¿Cuándo fue la última vez que revisaste lo que cargas dentro de tu bolsa, maleta de gimnasio o mochila?, a veces por la simple urgencia de llegar a donde sea que vamos, o por la inercia de mantenernos en movimiento, cargamos pesos innecesarios que nos fatigan demasiado, afectan nuestra postura y causan un dolor al que poco a poco nos vamos habituando.

Paralelamente, ¿cuándo fue la última vez que revisaste lo que cargas entre tus emociones?, a veces por la inercia constante de dar una respuesta a la vida, solo vas agregando sin jamás detenerte a revisar cuánto vienes acumulando en tu dimensión emocional.

Esa sobrecarga a la que por habituarte a ella, se vuelve invisible, te fatiga espiritualmente, te vuelve intolerante, te mantiene en tensión, afecta tu postura frente a la vida y te causa un sufrimiento al que terminas por acostumbrarte.


Te aconsejo detenerte, aunque se que es complicado porque la inercia es mucha. Haz un alto y voltea a mirar lo que vienes cargando, los dolores o los miedos a los que te acostumbraste a traer encima. Identifica el sufrimiento que arrastras, te apuesto a que alguno habrá; dale un nombre y proponte resolverlo reflexionando, investigando o buscando los suficientes apoyos.

Tu no eres tus miedos ni tus sufrimientos, no te convenzas de que es normal que estén ahí.

En este instante a mi me sirve mirarme en el espejo de cuerpo completo con actitud compasiva, y mentalmente me pregunto ¿qué te duele?, y ¿cómo puedo ayudarte? Entonces me comprometo a ser solidario conmigo y a dedicar el esfuerzo necesario para desatorar los lastres que vengo arrastrando.

Es un obsequio que el día de hoy puedo darme...

- @ -

Arrepentíos, hermanos!! Arrepentíos que el infierno esta cerca!! Ese pequeño infiernito personal de puro sufrimiento a donde nos exiliamos en vida por no querer renunciar a nuestras expectativas.

Nos aferramos, nos enojamos y reclamamos a la obstinada realidad el que no refleje los bellísimos escenarios que nos imaginamos en nuestra cabeza. Y al final quien sufre es uno, por no saber de flexibilidad y de adaptarse a lo que viene siendo la vida. Infierno es el sufrimiento sostenido, y el sufrimiento es la consecuencia de no saber soltar esas expectativas tan padrísimas.

¿Tu a qué te aferras, Virgilio?, ¿de qué está hecho tu infierno personal?

Infierno es donde me refugio esperando a que alguien más venga a rescatarme: mis padres que no me aceptan, una anhelada pareja, mis hijos que no van a dejarme cuando sea viejo o el PRI que me exime de ser ciudadano. Sufrimiento es quedar sepultado debajo de todo lo que no me permito soltar, de lo que renuncio a hacerme responsable, debajo de las toneladas de pesado equipaje con que pretendo avanzar por la vida.

  • Fact 1: es imposible para el ser humano, no hacerse expectativas.
  • Fact 2: para viajar ligeros es indispensable soltar esas expectativas cuando están a punto de reventarnos en la cara.

Resentimientos, inseguridades, remordimientos, celos. De los infiernos en los que yo me meto, solo yo mismo puedo rescatarme, no se trata de un lugar, sino de un estado mental desde el que me conecto a la existencia. ¿Que si no se portó como esperabas?, suelta. ¿Que si no salió como tu querías?, suelta.

En realidad soltar es mucho mas simple que aferrarse. El cielo está para quienes viajan sueltitos por la vida; pero si prefieres aferrarte, hay a la de ya un infiernito a la talla de todas esas expectativas rancias que tanto atesoraste. La elección es tuya.