Lado moral de la enfermedad

La voz de Susan Sontag aun es acertada: tenemos una opinión primitiva y muy generalizada acerca de la enfermedad... ¿qué significa estar enfermo?

Cuando alguien nos dice que tiene gripa, lo que solemos contestar es: ...ya ves!, por no usar chamarra ...ándale, pero no tomas vitamina C ...ah!, pero te las tomas frías

Cuando sabemos que alguien le dio cáncer, lo que pensamos: ...es que es bien corajudo ...eso pasa por guardarse los rencores

En nuestra época actual, arrancando de lleno en el s. XXI, para nosotros la enfermedad todavía significa un castigo, y por ende, en muchos casos estar enfermo no solamente tiene una implicación fisiológica, sino también moral... moralista.


Muchas personas con condiciones clínicas importantes, ven oscilar su autoconcepto como un péndulo entre lo bueno y lo malo: ¿porqué a mi?, ¿qué he hecho yo para merecer esto?, ¿qué será de mí cuando los demás sepan lo que tengo?

Pero la enfermedad es parte de la vida, enfermarse incluso, no implica no estar sano según definiciones de la mismísima OMS; pero como nuestros antiguos antepasados, seguimos achacando las enfermedades, a un castigo divino.

¿Será que un día tanta ciencia y la tanta civilización con la que nos rodeamos, alcancen a influir definitivamente en nuestro entendimiento del mundo en que vivimos?