Karma 2: Ley de la Creación

Hasta hace unos días, yo no sabía que el principio del #Karma tiene varias reglas que explican detalladamente su funcionamiento, 12 reglas para ser exactos, y he encontrado que cada una de ellas contiene un planteamiento de bastante interés para mi, que lejos del abordaje místico, me dedico al DesarrolloHumano.

La segunda ley del Karma por ejemplo, que es conocida como la Ley de la Creación, expresa que todo cuanto deseamos, llega a nosotros a través de nuestra participación en el proceso de generar lo sea que necesitamos.

El universo, que según los físicos y su principio cosmológico, es isótropo y homogéneo; es decir, que las distancias dan igual independientemente de la dirección que tomes en el espacio y que cada elemento o partícula tiene la misma relevancia que las demás a su alrededor... el universo pues, mantiene un permanente potencial creativo; y tu que eres parte de este gran todo generador, tienes a tu vez una gran proporción de este poder para crear.

El Principio de Pareto calcula que tienes además el control de aproximadamente el 80% de lo que te ocurre, mientras que hay un 20% que para bien o para mal se escapa de tu alcance. El poder de crear reside en ti por el solo hecho de existir y formar parte del universo, ¿porqué entonces le tienes miedo al futuro cuando momento a momento estás creándolo a imagen y semejanza de tus expectativas, creencias y valores?


Tal vez porque directamente lo que tú crees... lo creas. Sin duda eso asusta cuando tus creencias no son las mejores. Constantemente estás creando y materializado nuevas realidades... ¿cuáles son tus creencias?, ¿qué crees de ti?, ¿qué crees de la vida?, ¿que crees de las personas que estamos a tu alrededor?

¿...qué creas?

Asumir tu potencial de Crear, es darte cuenta que necesitas ejercitar la creatividad como una habilidad mental dedicada a construir alternativas, ensamblar soluciones y resolver conflictos. La creatividad te permite echar mano de opciones que previamente no existían, y se desarrolla como un músculo que se atrofia cuando no lo usas, en espera de que un buen día lo entrenes de nuevo.

Te desconectas del principio kármico de la Creación, cuando asumes que la realidad que vives es la única posible, y te resignas, y te frustras... sin darte cuenta que en tu distracción estás replicando cíclicamente la misma realidad que te conduce al sufrimiento.

Permítete imaginar una vida mejor, permítete creer que algo así puede ser posible... que la puedes hacer posible, y asume el riesgo y la aventura de crearla de forma consciente. ¿Crees que vale la pena soñar?, ¿te atreves a imaginarte siendo todavía más feliz?

Es todo. Dejaré estas palabras por aquí y me retiraré discretamente: CREER para CREAR y crear para CRECER.

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