Desgaste por empatía

IMPORTANTE: No todo el personal de salud mental es capaz de atender las situaciones de crisis, ya sea porque efectivamente en México hay pocos especialistas en psicotrauma, o sencillamente porque están ocupados haciendo labor en otro lado.

Y menos aún si no te dedicas a esto de la salud mental.

Las intervenciones realizadas por personal no capacitado puede resultar patológico para quien brinda el servicio y para quien lo recibe. Hay que tener cuidado. Si no tienes capacitación en Intervención en Crisis y estás en la posibilidad de ayudar emocionalmente a personas damnificadas, considera como una prioridad para ti misma o para ti mismo acudir en breve a una sesión de consejería o psicoterapia.

Busca u organiza grupos de supervisión de casos, de preferencia apoyados por un especialista en esto.


Por el bien de las personas a las que apoyes, te sugiero concretarte en darles contención emocional, en ayudarles a detectar alternativas y en formular estrategias prácticas acerca de cómo seguir adelante. Muchas veces la mejor intervención consiste en facilitarles información precisa y adecuada para cada caso.


En tiempos de paz, aunque seas personal de salud mental, si no tienes entrenamiento en este tipo de intervención, no ofrezcas atención en crisis. Pero en estos tiempos de emergencia, esta premisa debe romperse. Así que mi opinión es que trates de hacerlo lo mejor que puedas, aunque Jorge Álvarez me excomulgue y mis colegas y colegos me avienten jitomates.

Si llevas a cabo este tipo de apoyo, necesitas cuidarte del burnout: síndrome psicológico que le da a las personas que se involucran en el apoyo a otras personas que experimentan crisis. Se siente como una creciente impotencia, depresión y fatiga, tus emociones se van enfriando y tu empatía progresivamente se reduce.

Identifica estos conceptos:
  • El estrés post - traumático secundario es el estrés que le da a quienes constantemente hacen contacto con el trauma psicológico de otras personas, de manera que es muy probable que ellas o ellos mismos en algún momento comiencen a su vez a manifestar signos de estrés postraumático, como si ellos mismos hubiesen experimentado la catástrofe.
  • La fatiga por compasión ocurre cuando al involucrarnos emocionalmente con las víctimas de un siniestro, chocamos con la realidad de que no podemos resolver la situación de esa persona tanto como desearíamos, de modo que la impotencia ocasiona un desgaste que va obstaculizando la empatía y nuestra inteligencia emocional.

Básicamente, ambos fenómenos van de la mano, así que es imperativo que cuides de ti, para poder cuidar de los demás:

Has pausas. No te sientas culpable por descansar y reducir así el desgaste. Duerme un poco, lee un libro, ve gatitos por YouTube o medita diez minutos después de atender a cada persona (basta con que por diez minutos seas consciente de tu respiración o haciendo ejercicios de relajación, visualizaciones u oraciones; YouTube tiene mucho material pertinente).

Si eres practicante de alguna religión, apoyate en ella. Ve con el padrecito de la iglesia o medita orando, aprovecha que igual y tu si te sabes el #PaterNostrum.

Si absorbes las emociones de las y los demás, no te las quedes. No acumules. A tu vez, busca con quien platicar las historias que te comparten, y sobretodo busca quien te aconseje respecto a los casos más difíciles que vayas encontrado. Es buena idea llevar un diario sobre la marcha, y al final del día, reflexionar también por escrito, que significa para ti cada historia que recibiste.

Recuerda: absorbe, transforma, devuelve. ¿Te hace sentido?

Asume tus limitaciones, porque muy probablemente tú también eres un ser humano. El apoyo que generosamente aportas, suma pero no resuelve la circunstancia de nadie; para eso, cada quien es perfectamente capaz de resolver su propia situación, solamente necesita quizá, que le dirijas en la dirección correcta. Las personas a las que ayudas necesitan de ti solamente un impulso firme y preciso, pero no es menester que vayas a su lado a cada paso del camino.

Conecta con tu fe en lo que sea que se fundamente, desde la #VirgncitaPlis, el #MétodoCientífico o la #FísicaCuántica, hasta el #OsitoBimbo. Toda creencia de trascendencia espiritual apuntala y consolida la fe que en estos días es como oro molido.

A tu vez infórmate. Consulta videos, blogs de bienestar emocional o libros de divulgación (regúntame si quieres, por la bibliografía o videografía que yo te pueda recomendar). No olvides que a mediano plazo es imperativo que acudas a con un especialista para transformar todas las historias que recibiste en un alimento nutritivo para tu alma. No pretendas digerir todo eso tu solo o tu sola, porque puede ser una labor difícil y corres el riesgo de empacharte.

Voy a insistir con este punto: cuida de ti, para que puedas seguir cuidando a los demás.

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