La pareja dis - pareja

Finalmente en este, su bonito manual de bolsillo levemente sacado de la manga para la salud y bienestar de su Relacion de pareja, le presentamos la regla No. 5 derivada como las anteriores, de los axiomas de la comunicación del afamado psicólogo Paul Watzlawick.

Y dice: en una relación cualquiera entre dos personas, es difícil conservar constantemente la simetría o equidad entre los participantes, por lo que a veces la dinámica se vuelve inequitativa o complementaria y la balanza de poderes termina inclinándose a favor de alguien... y en contra de alguien.

Si bien este devenir es común a cualquier relación, inclusive la de pareja, efectivamente abre un espacio de vulnerabilidad que cuando se mantiene el tiempo suficiente, puede sabotear la relación.


Causas comunes son, por supueeesto, la brecha de género que otorga artificialmente mayor poder a los hombres por sobre as mujeres; también las diferencias de personalidad u otras características diferenciales como el ingreso financiero, el contexto social de cada persona, la diferencia de edades y etcétera, que provocan una verticalidad permanente en la relación. Léase, si resulta más sencillo, como una jerarquía que en un vínculo romántico, por ejemplo, vienen a darle en la torre a la pareja.

Porque vamos, un requisito mínimo para que se de una relación de pareja es que ésta tiene que ser “pareja” para todos los involucrados, ¿correcto? De ser así, dígame usted que tan pareja es una relación en la que un integrante vigila al otro 24/7 para saciar su propia #ansiedad, o una en la que uno debe pedir permiso al otro para tomar decisiones personales. Los ejemplos podrían ser inagotables.

Es decir, la mayoría de personas anhelamos una relación de pareja, y... al final, lo que construimos son relaciones disparejas. ¿Ironía poética o estupidez emocional?

El amigo Paul subraya que es natural para toda relación, tener momentos de simetría (equidad en el poder y toma de decisiones) y momentos de complementariedad (inequidad en poder y decisiones) según le sea necesario el equilibrio o desequilibrio interno para adaptarse más adecuadamente a una situación o contexto determinado. Si tu tienes experiencia en finanzas y yo en geografía, entonces yo busco a dónde nos vamos de vacaciones y tu defines cuánto podemos gastarnos en el viaje y ya está. Dos cabezas piensan más que solo una, y a veces es todavía mejor cuando saben confiar y delegar las tareas entre si.

Pero ¿que sucede cuando el desequilibrio en la dis - pareja es permanente? Tres circunstancias para evitar urgentemente:

1. La fatiga. Cuando el poder se carga permanentemente sobre un integrante de la relación, que puede ser el hombre, o la persona que provee, que es mayor en edad o quien tiene el temperamento más fuerte, es el o ella quien debe arriesgarse a tomar las decisiones grandes y pequeñas, y hacerse responsable de las consecuencias, lo que efectivamente. En la práctica es una tremenda responsabilidad individual respecto a un proyecto que origina,mente era mutuo y compartido.

2. La violencia. Si hay algo que le sucede a los seres humanos, es que el poder nos intoxica; así que al interior de una relación dis - pareja, no es difícil que quien suele ostentar el poder, en momentos pase por encima de los derechos del otro cometiendo diferentes formas de violencia: emocional, verbal, financiera... a veces física porque “no haces lo que te digo”.

3. La competencia. Damita, caballero, una relación de pareja es un juego colaborativo donde todos comen, no uno competitivo donde uno gana y el otro pierde. Si tienes personalidad competitiva o te vas a hacer perder a alguien más que no sea tu pareja, o cada vez que le ganes, tu pierdes. Y competir es una delicia, pero para eso tienes un campo de fútbol y 11 jugadores de cada lado...

Ok ,si puedes competir con tu pareja si ambos son competitivos, pero jugando al ajedrez o las cartas, yendo a una maratón o viendo quién baja más de peso en un tiempo dado. Si pretendes ganarle, cuida que las reglas estén claras y ambos sepan que están jugando al mismo juego. Cuentas claras, relaciones largas.

Y es que la parte con menos poder en la relación, o la que va perdiendo, va a encontrar en entredicho la estructura de su auto concepto a costa del ganador, y en algunos momentos por salud mental y emocional, va a necesitar reafirmar quien es ella o el para si mismo. Una relación dis - pareja o sostenidamente complementaria empodera a uno por encima del otro, que ve sus posibilidades personales progresivamente más limitadas, hasta que en dado momento, su auto concepto se quiebra.

¿Y que hay con quien queda empoderada o empoderado en una relación complementaria?, bueno... pues a nadie le gusta ser el villano de ningún cuento, ¿cierto? Además todos soñamos con tener alguien en quien apoyarnos y que nos sostenga cuando tenemos miedo de caer; pero para la parte fuerte de una dis - pareja, esto no es opción. El o ella también es víctima en la tiranía de la inequidad porque carece del derecho a derrumbarse, su obligación es mantenerse por encima de todas las vulnerabilidades.

...y allá arriba en las alturas, créeme, se está muy solitario. No importa cuán delicioso sea tener todo el poder a corto plazo, con el paso de algún tiempo va a pesarte lo solito que estas dentro de tu relación. O solita...

Al final, una relación permanentemente complementaria e inequitativa destruye el bienestar emocional de sus integrantes, y su auto concepto con sus respectivas autoestimas.

Así que no está de más declarar la Super Regla no. 5 de su manual de bolsillo levemente sacado de la manga con inspiración en los axiomas de la comunicación del fenomenal Paul Watzlawick, y es: no importa cuan adicto seas al poder, a controlar o competir, si no aprendes a compartir la toma de decisiones y propiamente el poder, jamás vas a lograr construir una relación de pareja verdaderamente “pareja”.

Y si eres mas bien de las o los que delegan en el otro las #decisiones y responsabilidades, no te manches y aplícate en la equidad.

Porque en un caso o el otro, solo estarás compartiendo tu soledad con quizás, algunas no tan esporádicas manifestaciones de violencia. Responsabilízate, delega, comparte, suelta, hazte cargo... seamos equitativos para que construyamos relaciones efectivamente parejas.