¿Es obligado tomar terapia de pareja?

¿Que todas las parejas debieran ir a terapia? La pregunta es muy simple, pero su respuesta no lo es tanto. Mi primer impulso me lleva a decir que no, porque pretender estar en pareja no es ninguna patología... pero también es cierto, que la psicología actual está menos centrada en remediar problemas y mucho más en prevenirlos.

Ajá, pero ¿...debieran?

Previamente, hoy estamos experimentando nuevas formas de ser mujer y de ser hombre; en muchos entornos asociados a las ciencias sociales, hemos pasado de hablar de feminidad a referirnos a las feminidades, de una masculinidad a la diversidad de masculinidades.

Todo empezó en los años 60 con la Liberación Femenina y el derecho que ellas se permitieron de realizarse a través de mecanismos distintos o además de, el matrimonio y la maternidad. Surgieron modelos que validaban la soltería en ellas, la figura de la mujer empresaria y así. Hoy en día, la perspectiva de una mujer autónoma no parece extraña, e incluso esperamos que ellas se realicen académica o profesionalmente como cualquier hombre lo haría.

Casi 20 años más tarde, los hombres siguieron el ejemplo de ellas, replanteándose formas distintas para su masculinidad. Empezó a manejarse un modelo de Soltería Saludable, y maneras de relacionarse distintas a la habitual competencia y el poder que en la prehistoria caracterizaron al que debía ser el "sexo fuerte". Progresivamente, nuestra sociedad ha aceptado que los hombres no estén obligados a ser inquebrantables o insensibles, y se acepta su fragilidad y el derecho que tienen a derrumbarse y solicitar apoyo.

Ahora, con las nuevas formas de feminidad y masculinidad, surgen necesariamente nuevas formas de estar en pareja.

Era obvio e inevitable: el antiguo formato de relaciones verticales y poco equitativas entre un hombre y una mujer, va quedando muy del siglo XX. Lo de hoy son las relaciones abiertas, parejas entre dos mujeres o entre dos hombres, matrimonios donde él se queda en casa para cuidar a los niños y ella es la figura proveedora, etcétera. En realidad no podría enumerar toda la diversidad de maneras actuales para estar en pareja (o trieja o cuaterneja); las formas son muchas y cada vez nos inventamos más.

¿Eso está bien? En la práctica, definir si esta diversidad para relacionarnos es buena o mala, carece de sentido... porque como sea, es inevitable. Las sociedades evolucionan.

Entonces, cuando Lorenzo conoció a Pepita y se hicieron novios, cada cual traía en mente una expectativa distinta de lo que querían de esa relación. Él tenía una idea derivada de su forma de ver la masculinidad, y ella a su vez, traía la suya distinta desde su propio modelo personal de feminidad; uno y otra no tenían porqué saber qué pasaba por la mente subjetiva de su pareja, así que tenían que hablar al respecto.

El problema es que nuestra sociedad no necesariamente nos ha enseñado a expresarnos, escuchar y finalmente negociar.

Un poquito más complejo: la expectativa que tenemos de una relación de pareja depende estrechamente de nuestras nociones respecto a la masculinidad y también a la feminidad, independientemente de si eres hombre o de si eres mujer, y también independientemente de si eres homo o heterosexual. Por eso la negociación es hoy, un requisito obligado para estar en pareja.

¿Todas las parejas debieran ir a terapia?

Mientras que en las escuelas no haya una asignatura relacionada con Estrategias De Negociación, o en nuestras casas se cultive la suficiente Inteligencia Emocional para ser medianamente buenos negociadores, va a ser menester auxiliarnos en el proceso de negociar nuestras diferentes expectativas hacia la relación: Lorenza y Pepito van a casarse o no, vivir juntos o separados, cuántos hijos o ninguno, qué tanto compartirán de sus vidas individuales, cómo conciben la infidelidad... y así.

A ese auxiliar se le llama en francés y en TerapiaFamiliar "relais", y básicamente es un mediador: un amigo con experiencia, el padrecito de la iglesia, un tío o, efectivamente, un terapeuta. Se trata de una persona a la que ambos miembros de la pareja le concedan la suficiente calidad moral para permitirle cumplir un rol de réferi en el proceso de lograr los acuerdos que le den forma a las dinámicas de la relación.

Ahora que, si eres de quienes piensan que los trapos sucios se lavan en casa, entonces allá tu, y que Freud te ayude.

Entonces si, es oportuno que una pareja tome terapia cuando la o el terapeuta puede cumplir ese rol de mediación para lograr acuerdos, siempre y cuando no haya en el entorno cercano de la pareja otra persona #neutral que pueda ocupar ese lugar.