En esta vida todo tiene su porqué, y no existe nada al margen de la naturaleza; y en caso de que efectivamente existiera eso que llamamos “antinatural”, tal cosa quedaría bastante lejos del alcance de nuestra percepción o entendimiento.

Así que la homosexualidad es, como muchos otros aspectos de la vida, un fenómeno biológico dentro del marco biológico de la naturaleza, y para entenderla en su carácter evolutivo, es necesario abstraerse a los inicios tempranos de la humanidad.
…si bien es cierto que la homosexualidad no es inherente solo a los seres humanos, pero no estamos aquí para hablar de la homosexualidad entre cánidos, cetáceos u otras especies.
Sucede, y no me dejará usted mentir, que el ser humano es una especie animal carente de garras o colmillos, no tiene pelaje o exoesqueleto que le proteja de la intemperie como efectivamente lo tienen otros animales, y carece de habilidades acrobáticas o una remarcable potencia física como los úrsidos o los felinos.