El patriarcado

Hoy vengo a hablarte de ese patriarcado que tanto le atribula a la causa feminista.

Por mucho que parezca un demonio que se han inventado, es menester contarte que ese patriarcado opresor es muy real, y no solo mantiene bajo su tiranía a las mujeres, sino también a los hombres; porque hasta eso, distribuye la toxicidad de su influencia con mucha inclusión y equidad.
Nota: el feminismo es una teoría social y política, y argumenta que las mujeres son sujetos políticos o personas, en toda la extensión de la palabra, poseedoras de todos los derechos y obligaciones de absolutamente cualquier ciudadano; al feminismo le ocupa este reconocimiento y va en contra de cualquier tendencia social a invisibilizar a las mujeres y sustraerlas de la vida política y el ejercicio de sus derechos. 
Hay literatura muy interesante en este campo y vale la pena echarle un ojo.
El patriarcado es una red de códigos antiguos y normas, estructurando un sistema de poder anacrónico pero arraigado al chiclocentro mismo de nuestra cultura. Su finalidad es mantener nuestra sociedad organizada desde una jerarquía donde hay gente de primera y gente de segunda, y en medio de las unas y de los otros, pone una barrera que les diferencia y divide... y esa división forma parte de la estrategia de control.

Esta construcción cultural ha ido edificándose de manera sutil pero constante, y si bien existen personajes que han ido abonando ladrillos a este edificio simbólico, no podemos eludir la realidad de que en este día, desde nuestras decisiones cotidianas, también las personas que somos estamos alimentando y renovando la vigencia del patriarcado. Porque nos jode, pero también nos da privilegios... aunque en la práctica, esos privilegios tienen para hombres y mujeres, un costo demasiado elevado.

Puedes ver cómo se le pone un tabique más a este artefacto cultural, cuando en su momento, Aristóteles define que una mujer es así como un hombre, pero incompleto. Esta declaración descalifica evidentemente a las mujeres, dejándolas en esta jerarquía imaginaria debajo de los hombres; pero además implica una amenaza para los hombres, a quienes les advierte que de permitirse parecer mujeres, van a volverse igualmente, entes incompletos e inferiores.

Son varias las referencias a #Aristóteles en este sentido, y algunas de ellas son verdaderamente rudas en contra de las mujeres; estas referencias le han servido a las iglesias, el estado y a las sociedades en general, para argumentar el papel de "gente de segunda" que se le ha impuesto a la mujer. Desde una perspectiva global, podemos identificar que el pensamiento aristotélico ha sido pilar fundacional del pensamiento occidental, y lo hemos mantenido casi intacto de entonces hasta la fecha.

Pero no solamente se les han negado derechos a las mujeres, sino que también se les han impuesto muchas más obligaciones a los hombres de las que son humanamente sostenibles, y esta distribución de derechos y obligaciones definen los roles que unas y otros deben satisfacer en su comunidad. La premisa aristotélica no va por el bienestar del individuo, sino por el sostén de la sociedad, tal y como se la ha idealizado... independientemente si en el proceso consume a cada ¿individua? o individuo involucrados.

Esto es "el patriarcado", y el término se lo debemos precisamente a Aristóteles quien, como te digo, distribuye derechos, obligaciones... y recompensas de manera complementaria para los actores y actrices que componen esta distopia que él idealiza como la sociedad perfecta, y donde a unas les quita, a los otros les da, y cuando les da a ellas, a ellos se lo quita. Por eso somos una sociedad etername te insatisfecha y continuamente en guerra con sigo misma.

1 comentario:

  1. Literatura interesante sobre feminismos: https://mega.co.nz/#F!Q88zDI7R!mqdVvrp619BDg5xV6VcMUQ

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