Identidad y Feminismo

Cuando ellas hablan de feminismo, están hablando de su identidad misma, porque “identidad” no solamente es identificación, sino también roles, cotidianidad y el lugar que nos damos frente al mundo. Cuando cada quien define su identidad, está dando respuesta a la pregunta crucial de “¿quién soy yo?”, y también “¿qué significas tu para mi?” y “¿quién soy yo para ti?”.

Como un efecto dominó, responder a la primera pregunta genera los recursos suficientes para dar solución a la segunda, y posteriormente a la tercera; pero la cosa no termina ahí, dado que al saber quienes somos, podemos dar una respuesta efectiva a un montón de preguntas relevantes que van a determinar el curso de nuestras vidas, y si bien esa colección de nuevas interrogativas va sucediendo utleriormente, sobre la marcha, en la práctica no vienen siendo menos importantes que nuestra primera pregunta.

¿Quién soy?

...mira nena, tu eres una niña, vistes de rosa, eres linda, y calladita te ves todavía más bonita. En la vida, a ti te toca vestirte coqueta y de colores pastel; serás maestra, enfermera o cocinera, aunque lo más probable es que crezcas para casarte y tener hijos, porque mira nena, tu eres una madre en formación. Déjame, nena, instruirte acerca de no preferir lo que implique esfuerzo físico, a las nenas no les queda bien sudar; no te debe de gustar lo que le gusta a los niños, jamás te confundas, y sentiría mucha decepción de ti, si me entero que andaste por ahí haciendo aspavientos y levantando la voz.

Eres una nena, un regalo de dios: la cosa más bella de la creación. No te estropees a ti misma ejerciendo una fuerza que no fue hecha para ti, o dios no lo quiera, una autonomía; porque tu valor está en que eres linda, inocente, sensible, emocional, y que puedes dar vida. ¿Quién querría ser algo distinto a esto?

...mira nene, tu eres un niño, vistes de azul, eres rudo, y si andas calladito significa que eres de carácter débil, y no queremos eso de ti. En la vida, te toca vestirte práctico y con fachas, a menos que vayas a trabajar, en cuyo caso tienes que usar un traje que te de un porte cuadrado y voluminoso, un saco que te levante los hombros y algo notorio que te cuelgue largo por delante: la corbata. Qué orgullo sentiremos por ti cuando seas capaz de proteger, proveer y procrear tu propia familia. 

Eres un nene, por eso eres violento y te gustan las armas; tu pegas, no lloras y no sabes de sentimientos, porque tienes que aprender que el dolor ajeno es tu victoria, y tu propio dolor, algo que cargarás para ti solo porque reconocer que dueles es un signo de flaqueza, y tu eres fuerte mi nene, inquebrantable, naciste adulto y serás triunfador. Procura incluso a costa de ti, jamás decepcionarnos, porque los nenes débiles parecen nenas, y eso sería humillarte a ti mismo, mi cielo.

En efecto, cuando ingresamos al mundo, la sociedad y su cultura nos reciben con un paquete de respuestas que elaboraron hombres y mujeres que vivieron en este barrio hace cientos de años, por lo que existe la amplia probabilidad de que esas respuestas sean adecuadas solamente para un mundo que hace mucho se extinguió. Y aún, en el supuesto de que ese paquete de respuestas fuese actual y vigente, de cualquier modo la naturaleza de toda identidad es la de consolidarse desde las características, narrativas y necesidades de cada persona en absoluta individualidad. Nadie en el mundo entero puede narrar tu identidad; no hay quien, salvo tú, que pueda dar una definición de quién eres. 

Tu poder personal y el pilar de tu autonomía, reside en que solamente tú puedes definir tu identidad, aunque el mundo buscará naturalmente arrebatarte ese derecho de las manos; por eso definir tu identidad siempre es un acto de heroísmo.

El problema empieza cuando descubres que quien deseas ser para ti y desde ti, ya viene determinado desde el principio y se te niegan posibilidadades de respetar tu autoría sobre tu vida, esto es: permitir expresar plenamente quien y cómo deseas ser, tan similar o tan diferente al modelo que la sociedad tenía destinado para ti. Por eso definir y defender tu identidad es un acto de heroísmo ...porque vas tu sola contra el mundo ...porque vas tu solo contra el mundo.

A veces te dirán de manera amorosa cómo se espera que seas, y a veces se te dirá de manera violenta. Si lo piensas, el desafío más habitual, reside en defender la expresión de tu identidad frente a las personas que te aman, porque ellas y ellos desean lo mejor para ti; y a veces, eso que creen que es lo mejor, en realidad es lo que funciona para vivir una existencia tranquila, pero no una vida realizada. 

Tu y yo sabemos que la tranquilidad y la realización son cosas distintas.

De vuelta al feminismo, ésta es una teoría socio - política que proporciona alternativas al modelo habitual de cómo "debiera de ser" tu identidad. Muchas variantes del feminismo sostienen que como mujer, tienes la oportunidad de definirte tal y como te apetezca, pero dado que afirmar tu identidad es ir contra la corriente, y la lucha individual y aislada es dura y extenuante, la teoría feminista busca articular un discurso enriquecido con voces diversas que te reafirman y te dicen que tu estás en lo correcto al pretender ser quien necesitas ser, que está bien ser tu.

En el contexto feminista haces contacto con otras mujeres que han logrado con éxito avanzar en la construcción de quienes ellas han deseado y necesitado ser. Son al mismo tiempo que una orientación y una reafirmación, una inspiración. La intención del feminismo es proveerte de una plataforma que funcione de contrapeso para la sociedad que, a su vez, tiende a negarte la libertad de apropiarte de tu propia narrativa, a favor del mantenimiento de una narrativa colectiva que preserve la misma estructura social.

Pero es que no solo somos sociedad, también somos individualidad.

¿Y los hombres?, por supuesto que indirectamente nosotros también podemos aprender del feminismo y encontrar inspiración en él, pero su discurso se centra especialmente en las mujeres porque la sociedad las mantiene a ellas mucho más limitadas que a ellos en las esferas de realización social, profesional y económica. Esta opresión se traduce en más mujeres que hombres muriendo violentamente en la búsqueda por consolidar sus identidades.

Los hombres también necesitamos polifonías que nos brinden orientación e inspiración, por ello, a raíz del movimiento feminista, ha surgido en décadas recientes la "Teoría de las Nuevas Masculinidades", que como su antecesor feminista, abre el abanico de opciones más allá de la "masculinidad hegemónica". 

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