Este año llegó con múltiples sorpresas para las y los ciudadanos de esta aldea global a la que llamamos mundo; y no es necesario mencionar que algunas de esas sorpresas, perfectamente hubiéramos preferido ahorrárnoslas, como los contagios, las muertes, la especulación financiera o el colapso de los mercados, por decir lo menos. Pero bien dicen que dios aprieta, pero no a orca; lo cual es genial cuando eres una ballena asesina…

…si te tocó ser homo sapiens o femme sapiens en el contexto de una sociedad capitalista marcada por estrictos estándares de productividad y libre mercado, probablemente conociste entonces, las bondades del trabajo remoto o home office.
El home office te permite efectivamente, trabajar remotamente desde tu casa o cualquier lugar que tu elijas, ahorrándote horas y disgustos en el tráfico. Técnicamente, te permite pasar más tiempo con tu familia y te da espacio para que cultives tus propios proyectos. Incrementa tu productividad y tu satisfacción personal, te da autonomía y libertad para que generes tu propia organización, etcétera.
Es difícil que con un panorama tan amigable, algo pudiera salir mal.