Día Mundial por la Salud Mental

¿Meta o mito?, la salud mental es lo que queda cuando lo que somos, negocia una vez tras otra, contra la circunstancia que nos envuelve. Nuestra salud mental es este equilibrio emocional que procura en cada ocasión, llegar lo mejor y más alto posible. 

Yo soy yo y mi circunstancia, y calculo que soy yo solamente un 20% frente al 80% de todos los factores ajenos a mi, que no controlo, y que le corresponden plenamente a mi contexto. Hay que tener la inteligencia para exprimirle todo el juguito posible a ese 20%.

No perder el tiempo peleándonos contra el mundo y tratando de controlar lo que no está a nuestro alcance, mientras que lo que si podemos controlar, se escurre entre nuestros dedos distraídos, que siempre se dan cuenta demasiado tarde. 

El 10 de octubre es el día mundial dedicado a la salud mental y el bienestar emocional, y tienes que saber que tu salud mental no es solamente un objetivo para alcanzar, sino un estilo de vida. Perdón, pero esa es la única manera. Necesitamos ubicar a la salud mental como una responsabilidad personal y un proyecto continuo: evalúa tu bienestar emocional al final de este día, proyecta tu bienestar emocional para el día que sigue, después evalúa, después proyecta, luego repite hasta que se convierta en un hábito. 

¿Cómo quieres sentirte el día de mañana y qué harás y con quiénes, para que eso suceda?

Te puedo afirmar que la persona que sabe cultivar día con día su salud mental, se convierte en un factor de cambio para su microcosmos social, influyendo positivamente en las personas con quienes convive en cercanía emocional. De esta manera, construimos un ciculus virtuoso donde cada vez es más sencillo estar bien. 

¿Lo que haces contigo, le suma o le resta a las personas con quienes convives?

Tus emociones son un fuerte componente para tu salud mental, y por definición, cada emoción es en sí misma, un fenómeno bio / psico / social. ¿Qué estrategias pueden ayudarte a gestionar mejor tus emociones en favor de un óptimo bienestar y la máxima salud mental en cada circunstancia?

Las emociones son biológicas, por eso modula la fatiga a la que te expones, tu no eres un recurso humano, ni una herramienta laboral. Aliméntate bien, ni en exceso, ni en carencia, ¿Por qué te torturas privándote de alimento y de sueño?

Recuerda que la bioquímica de tus emociones se relaciona directamente con tu microbiota, tanto como con tu cerebro. Cuida de tu salud intestinal, consume probióticos, prebióticos y ten cuidado con las sustancias que desequilibran tu flora intestinal. 

Aprende a escuchar a tu cuerpo, eso va a hacerte una persona más sabia, que podrá tomar mejores decisiones. Te lo garantizo. 

Muévete, tu cuerpo está hecho para moverse y el sedentarismo en cambio, lo va apagando y extinguiendo lentamente. Entrénate, esfuérzate, suda; conecta con el placer bioquímico de sentir la vida correr en tiempo real por tus tejidos. 

Tus emociones son psicológicas, porque son causadas por tus pensamientos, y ellas causan a su vez, más pensamientos. 

Tus emociones son una manera de monitorear qué rayos estás pensando: cuando tus emociones se sienten bonito, lo estás haciendo bien, cuando no se sienten bonito, puede que te estés traicionando, que estés sosteniendo alguna incongruencia con tus propios valores, o que en general, las decisiones que estás tomando, no están haciendo match con tu estrategia de vida. 

Vigila tu diálogo interior, no confundas la autocrítica con autodescalificación; no seas tu propio “enemigo no. 1”, ni tu déspota personal. Aprende a aliarte contigo y a quererte: observa las decisiones que tomas hacia las personas a quienes amas, toma nota de los detalles que haces por las y los demás, los sacrificios que haces por tu gente, y el modo en que buscas enriquecer sus vidas; ya que registraste todo eso, lleva a cabo cada una de esas tácticas ahora, para ti misma o para ti mismo. Aprende a amarte en la práctica, no solamente en la reflexión. 

Cultiva la “granularidad emocional”, esto es, nombra las emociones que tienes, procura identificar eso que a veces llamamos “emociones encontradas”. Para aquellas ocasiones en las que quieres que no te toquen porque andas chido, ubica que tal vez ”chido” implica un poco de desconcierto con notas de decepción y un twist de desencanto. Nutre tu lenguaje emocional, siendo capaz de describir matices emocionales, tonos, etc. 

Cada emoción que eres capaz de sentir, implica una necesidad que debes de solucionar. Mientras mayor sea el detalle con el que identificas tus necesidades emocionales, más fácil te será responsabilizarte de lo que cada emoción demanda de ti. No resolver tus emociones, en cambio, hará que se acumule una energía que al final te llevará a tomar decisiones ajenas a tu estrategia y tu fuerza de voluntad, de esas, de las que solemos arrepentirnos después.

Habitúate a llevar una bitácora emocional donde registres los pensamientos que no puedes desentrañar, tus dudas existenciales o lo que vas aprendiendo de ti misma o de ti mismo. Una bitácora que te ayude por escrito  a conocerte mejor y gestionar mejor tus pensamientos, tus reflexiones y tus emociones. Recuerda esto: escribir es un poderoso acto terapéutico de la vida cotidiana.

Tus emociones son sociales y siempre lo fueron, pero en nuestras sociedades actuales, donde el individualismo es una moneda de cambio, nos hemos contado el cuento de que “la procesión la llevamos por dentro”. 

No te aísles, no vivas como una persona en su caverna, en lo alto de una montaña; el ser humano es muy vulnerable cuando carece de una tribu. Cultiva relaciones significativas, ábrete, arriésgate a ser objeto de la evaluación de la gente, y de esa manera, conoce quienes forman parte de “tu gente”.

Identifica tus necesidades emocionales e involucra a tu gente en la satisfacción de éstas; al mismo tiempo, involúcrate y apoya a las personas que te son cercanas, en sus experiencias emocionales. Eso es hacer tribu. 

Sal al mundo, no te encierres en madrigueras existenciales: exponte a tener experiencias enriquecedoras, conocer personas estimulantes y vive una vida que valga la pena ser vivida. Construye hoy los recuerdos que alimentarán tu mente el día de mañana. 

Mantén una comunicación asertiva, efectiva, eficiente y suficiente; comparte tus emociones con las personas que vengan al caso y hazte responsable del 50% de cada una de las relaciones en las que te has involucrado. Recuerda a cada momento, que no hay una persona en este mundo, que no sea una metáfora de ti, que no este viviendo una circunstancia que tu hayas vivido, estés viviendo o puedas vivir en el futuro. 

Esas preguntas que mantienes sin respuesta para ti mismo o para ti misma, ya están siendo contestadas en la experiencia de alguien más, que probablemente, está pasando ahora mismo, muy cerquita de ti, no dejes pasar la oportunidad de espejearte; solo necesitas prestar atención desde la empatía… o quizá desde la compasión. 

Hoy es el día mundial dedicado a la salud mental, pero sería un error catastrófico, pensar que solamente un día al año es propicio para pensar lo que estás haciendo o deshaciendo con tu propio bienestar emocional. Hacerte cargo y ser responsable de tu salud mental, no solamente es una responsabilidad centrada en ti, sino que simultáneamente, es ineludiblemente un compromiso hacia tu sociedad inmediata y las personas que se conectan contigo a través del afecto. 

No hay quien no tengamos el potencial para ser una persona tóxica, y nos convertimos precisamente en eso, cuando dejamos de hacernos cargo de nuestro propio bienestar  y empezamos a presionar para que sean las y los demás quienes nos hagan felices, nos quiten la tristeza, nos generen confianza, paz, estabilidad o esa certidumbre que no estamos siendo capaces de construirnos en primera persona. 

La salud mental y el bienestar emocional, son un proyecto personal continuo, del día a día. ¿Te estás haciendo cargo, o vas a ponerte en modalidad tóxica? Feliz 10 de octubre.

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