Héroe de los mil rostros

Despiertas de pronto y tu realidad te parece extraña, algo se ha quebrado y ya nada es como antes. Todo esta igual, pero tu eres quien ha cambiado. Es la llamada. De repente los problemas comienzan a lloverte...

...de repente los retos comienzan a lloverte; puedes fingir que no escuchaste la llamada, pero no puedes volver atrás. ¿Te estancas? Puedes responder y hacer frente a las tareas que llevan inscrito tu nombre, puedes lanzarte y encararlos con lo que tengas.

Descubres que lo que tienes no es suficiente para responder a lo que viene. Aún así sigues andando, este es el Camino del Héroe. Muchas y muchos lo han recurrido ya antes que tú, y se dejaron transformar por el. Desde lo más interior, hasta el exterior.


Conforme avanzas el camino te transforma... te empodera; evolucionas para convertirte en un avatar del Héroe. Encuentras a los guías que comparten su sabiduría contigo, recoges las herramientas que te hacían falta; descubres que este camino no es solitario.

Entonces alcanzas la meta, derrotas al minotauro, sometes al dragón, conquistas una mejor versión de ti mismo... de ti misma. El poder es tuyo, y es tiempo de volver a casa siendo alguien distinto.

El Héroe sabe que las herramientas las encontrará sobre la marcha y tiene fe, y recorre el camino. Esto es lo que describe Joseph Campbell en el Héroe de los Mil Rostros, libro que decodifica las historias ancestrales, los mitos, y las películas que hoy en día admiramos porque anhelamos volvernos heroicos...

Porque todas y todos recibimos la llamada para volvernos héroes, está en nosotros echar a andar, o fingir que nunca escuchamos.