Autoestima

Autoestima es el valor que te atribuyes a ti misma o a ti mismo, proviene de tu autoconcepto; si este último no está chido, tu autoestima va a andar bastante flaca. El autoconcepto a su vez, surge de tu autocrítica, ¿eres muy critico o critica contigo?, ¿habitúas descalificarte? ...y finalmente, tu autocrítica se alimenta cotidianamente de las autoevaluaciones que haces de ti en los momentos significativos.

Así que si notas que tu autoestima anda cacheteando la banqueta, date un momento para detectar en que auto reside el problema:

🚗 Estima: puede que tu problema sea superficial y simplemente en este momento no estés del todo a gusto contigo, posiblemente andes tomando un medicamento que te bajonea, consumiste alguna droga (como tachas o el alcohol) o andas durmiendo mal. Muchas veces decae nuestra autoestima por una simple mala alimentación.


🚗 Concepto: si el problema va un nivel más profundo, necesitas hacer algo con la opinión que tienes de ti, ¿qué te define?, ¿cómo te defines?; checa si en una de esas te identificas más con aspectos negativos de la vida que con los positivos.

🚗 Crítica: la crítica es retroalimentación acerca de lo que eres o haces, eso esta bien; no la confundamos con autodescalificación (ese auto no te lleva a ningún lado). Si tu problema reside en este nivel, posiblemente estás manejándote expectativas inalcanzables o desproporcionadas, que no tienen realmente que ver con tus propios valores o motivaciones.

🚗 Evaluación: en un nivel más profundo, necesitamos constantemente alimentar nuestra opinión de nosotros a través de tareas que pongan a prueba los propios recursos. ¿Asumes retos?, ¿esos retos empatan con los recursos que hay en ti? El problema es que a veces por temor a fallar, hacemos todo lo posible por no asumir riesgos y eligiendo no jugar, de todos modos acabamos perdiendo por default.

Si tu autoestima anda lastimada, ubica el nivel de profundidad en el que tienes que hacer ajustes: si tu autocrítica te descalifica, entonces tu autoconcepto va a ser negativo y de ahí tu autoestima va andar baja; si sueles no asumir riesgos, o esperas que otra persona sea quien te ponga la palomita, entonces el problema va a estar en el nivel más básico del que se alimenta toda la estructura.

Acuérdate que eres tu quien va al volante, no dejes que nadie más maneje tu autoestima, tu autoconcepto, tu autocrítica, ni tu autoevaluación; y ya entrados en gastos, cuida de no llevarte hacia horizontes emocionales a los que nunca hubieras querido ir.