Reflexiones acerca de la "Familia Natural"

Buenas tardes. Mi nombre es Hernán Paniagua y tengo formación profesional como Terapeuta Familiar por parte de la UNAM y el CONACYT. ¿Conoce usted al menos alguna de estas dos instituciones?, ¿identifica la relevancia que mi área de estudio tiene en el debate acerca de la "familia natural"?

Le comparto que si usted tuviera a bien pedir la opinión de un especialista en Ciencias de la Familia, esta persona le externaría varias preocupaciones extremadamente válidas a partir de las investigaciones sociales de carácter científico y antropológico que se han venido realizando en los últimos 50 años.

1. La primera es esta noción de "familia ideal" que trata usted de insertar con calzador en una realidad social donde tal cosa no existe. La familia es un organismo social que responde y se adapta a las necesidades de cada momento histórico y espacio cultural; de modo que restringir la diversidad de las familias a un solo modelo no solamente es patológico para su estructura en sí, sino determinante en un sentido negativo para los miembros adultos o menores de edad, que la conforman.

¿Se da cuenta que el argumento que usted sostiene de una "familia natural" genera culpabilidad en madres solteras, alimenta el acoso escolar entre niñas y niños, y sienta ideales inalcanzables para el común de nuestra sociedad actual?

2. El segundo problema detrás de su discurso reside en que la familia tradicional, dicho con absoluto respeto, no esta funcionando. ¿Sabía usted que el 70% de los delitos sexuales se originan en el interior de las familias tradicionales?, 10% de esa cifra es cometida por los padres de la víctima... y no solamente hablamos de violencia física o sexual, sino también psicológica, económica y vamos, asesinatos. Googleé usted la palabra "feminicidio", a ver que encuentra.

Afirmar que el modelo tradicional de familia es el que funciona, es retirar este modelo del análisis social y sustraer a sus víctimas más urgentes, en particular mujeres y niños, de la protección que necesitan y merecen. Ah!, pero no queremos educación de género, por cierto. ¿Verdad?

3. ¿Y que me dice de los hijos e hijas no deseados?, esos que nacen porque ocurrió una violación, porque había que amarrar al marido o porque simplemente a dos pubertos a quienes jamás se les habló de educación sexual, se les dio bien comerse la torta antes del recreo. Y por otra parte, tenemos cientos de parejas del mismo sexo, que pagarían cientos de miles de pesos o harían infinidad de trámites por tener la oportunidad de ser padres o madres. Pero son estos últimos los que están mal, ¿correcto? ...homosexuales, que horror, diría usted.

4. Esto nos lleva a un último punto, de entre muchos otros que interminablemente podríamos enumerar, y es que hay una asociación psiquiátrica americana, y otras muchas instituciones muy reconocidas por su carácter científico, que en 1973 retiró la homosexualidad entre hombres o mujeres de los manuales de diagnóstico de trastornos mentales, luego de varios estudios que no encontraron nada clínico que decir acerca de las orientaciones sexuales.

Ponga usted que revolvieron decenas de perfiles psicológicos y los presentaron a varios reconocidos especialistas clínicos de la psiquiatría. El reto era poder discernir qué perfiles correspondían a personas heterosexuales y cuales a homosexuales por sus respectivos niveles y tipos de patología. Luego de un extenso, en verdad extenso análisis, los especialistas no pudieron diferenciar unos de otros, básicamente porque ningún grupo estaba ni mas, ni particularmente menos sano que el otro. Ni homosexuales, ni heterosexuales.

Entonces, ¿porqué la salud mental de un crío estaría en mayor peligro siendo cuidado por homosexuales que por heterosexuales?, ¿porque no preocuparse mejor por variables como el alcoholismo, la violencia o la pobreza?

Se lo dejo para su consideración, no olvide que como usted dice, lo más importante es ver por nuestros niños, que son el futuro de México...