jueves, 15 de octubre de 2020

Psicología del Rebaño

Esta noche me he quedado hasta tarde discutiendo discrepancias con mi amigo Friedrich. Nunca nos hemos llevado especialmente bien, por eso, esta vez quisimos aprovechar la oportunidad para limar asperezas. 

Para empezar, Friedrich decía que hay tres tipos de hombres: el hombre superior, el último hombre u hombre del rebaño, y el esclavo; y como has de imaginarte, mi primer cuestionamiento fue si su pensamiento únicamente se centraba en los hombres.

No soy quién para juzgar, porque cada quien sus gustos, pero en el s. XXI, esta tiene que ser una pregunta más que obligada.

Mi amigo, que lleva el Nietzche hasta en el carácter, concedió con algo de esfuerzo que lo mismo puede haber una mujer superior, una última mujer o mujer del rebaño, y la esclava, pero eso si, no dio su brazo a torcer cuando le invité a considerar que yo mismo me he ubicado según mi propia circunstancia, como una persona superior, una persona al último y por supuesto, también con una persona esclavizada.

El decía que las personas son así, porque así les tocó, y punto. 

Psicología del Rebaño

Esta noche me he quedado hasta tarde discutiendo discrepancias con mi amigo Friedrich. Nunca nos hemos llevado especialmente bien, por eso, esta vez quisimos aprovechar la oportunidad para limar asperezas. 

Para empezar, Friedrich decía que hay tres tipos de hombres: el hombre superior, el último hombre u hombre del rebaño, y el esclavo; y como has de imaginarte, mi primer cuestionamiento fue si su pensamiento únicamente se centraba en los hombres. No soy quién para juzgar, porque cada quien sus gustos, pero en el s. XXI, esta tiene que ser una pregunta más que obligada.

Mi amigo, que lleva el Nietzche hasta en el carácter, concedió con algo de esfuerzo que lo mismo puede haber una mujer superior, una última mujer o mujer del rebaño, y la esclava, pero eso si, no dio su brazo a torcer cuando le invité a considerar que yo mismo me he ubicado según mi propia circunstancia, como una persona superior, una persona al último y por supuesto, también con una persona esclavizada. El decía que las personas son así, porque así les tocó, y punto. 

miércoles, 14 de octubre de 2020

COVID - 19: La Sindemia

En el contexto de las ciencias de la complejidad, tú puedes predecir el movimiento de un péndulo a través de una fórmula matemática, lo mismo puedes predecir el movimiento de un péndulo que cuelga de otro péndulo, a través de otra fórmula matemática bastante más compleja; y no importa si no sabes de matemáticas, porque en YouTube hay tutoriales para todo.

La cuestión se complica al infinito, cuando tienes un péndulo que cuelga de otro péndulo, que a su vez cuelga de otro péndulo. En este momento, ni la ciencia, ni YouTube, cuentan hoy con modelo matemático que prediga una sinergia tan compleja entre magnitudes y vectores.

Aquí entran en acción las ciencias de la complejidad para ayudarnos a entender lo que ha dejado de ser simple.

El pensamiento simple nos orienta que para entender una molécula de agua, basta con que analices por un lado el oxígeno y por el otro el hidrógeno… y si le haces caso, ahí te encargo los resultados…

COVID - 19: La Sindemia

En el contexto de las ciencias de la complejidad, tú puedes predecir el movimiento de un péndulo a través de una fórmula matemática, lo mismo puedes predecir el movimiento de un péndulo que cuelga de otro péndulo, a través de otra fórmula matemática bastante más compleja; y no importa si no sabes de matemáticas, porque en YouTube hay tutoriales para todo. 

La cuestión se complica al infinito, cuando tienes un péndulo que cuelga de otro péndulo, que a su vez cuelga de otro péndulo. En este momento, ni la ciencia, ni YouTube, cuentan hoy con modelo matemático que prediga una sinergia tan compleja entre magnitudes y vectores. Aquí entran en acción las ciencias de la complejidad para ayudarnos a entender lo que ha dejado de ser simple. 

El pensamiento simple nos orienta que para entender una molécula de agua, basta con que analices por un lado el oxígeno y por el otro el hidrógeno… y si le haces caso, ahí te encargo los resultados…

Científicamente, en un modelo experimental tienes que evaluar las variables que no controlas y buscar modelos matemáticos que te permitan predecir estas variables (llamadas extrañas: variables extrañas). Existen muchos fenómenos en el universo que alcanzan este nivel de complejidad, para el que no es sencillo establecer una predicción estadística o matemática. Las pandemias son un ejemplo de este tipo de fenómenos. 

miércoles, 7 de octubre de 2020

Detrás de cada gran hombre...

Cuándo hacemos un repaso de los nombres que tapizan la historia de la humanidad, tenemos un aplastante porcentaje de nombres masculinos por encima de algún que otro nombre femenino en algún arte o acontecimiento memorable.

Esto le funciona a muchas personas, como una evidencia a favor de que ¿los hombres somos más proactivos en el desarrollo y progreso de la humanidad?

La verdad es que estos datos están trucados y sirven de muy poco al momento de articular una estadística. 

¿Por qué no hay más mujeres trascendiendo en la historia de la humanidad?

Vamos a dejar para después, el argumento de que la historia es un ejercicio narrativo escrito por los ganadores… y en esta guerra de los sexos que nos hemos inventado, parece que las mujeres van perdiendo. 

Detrás de cada gran hombre...

Cuándo hacemos un repaso de los nombres que tapizan la historia de la humanidad, tenemos un aplastante porcentaje de nombres masculinos por encima de algún que otro nombre femenino en algún arte o acontecimiento memorable. Esto le funciona a muchas personas, como una evidencia a favor de que ¿los hombres somos más proactivos en el desarrollo y progreso de la humanidad? La verdad es que estos datos están trucados y sirven de muy poco al momento de articular una estadística. 

¿Por qué no hay más mujeres trascendiendo en la historia de la humanidad? vamos a dejar para después, el argumento de que la historia es un ejercicio narrativo escrito por los ganadores… y en esta guerra de los sexos que nos hemos inventado, parece que las mujeres van perdiendo. 

Esto nos deja espacio para preguntarle a la gente que sabe de feminismo, cómo es que las mujeres llegaron a ser borradas de la historia. Tu feminista escribida’ y leída de confianza, posiblemente va a llegar y contarte acerca de lo que es en ciencias, el llamado Efecto Matilda. 

En 1997, la revista Nature publicó un estudio sobre unas becas de investigación otorgadas por el Consejo de Investigación Médica de Suecia, en el que se demostraba que las mujeres debían presentar hasta 2,4 veces más méritos que los hombres para obtener la misma beca, algo que obligó al gobierno sueco a replantearse este tipo de convocatorias.

martes, 6 de octubre de 2020

Mujeres sin voz

¿Si los hombres y las mujeres tienen el mismo nivel de intelecto, porque en la historia de la humanidad, no ha habido una Leonora da Vinci, una Galilea Galilei o una Joana S. Bach? Virginia Woolf tiene la respuesta al presentarnos a Judith Shakespeare, la hermana ficticia del famoso William. 

En “Una habitación propia”, ella aborda en concreto, la cuestión de por qué no ha habido una mujer Shakespeare, preguntando si esta hipotética Judith, la hermana con igual talento que William, podría haber alcanzado la misma altura que su hermano, en aquellas mismas condiciones socio – culturales de comienzos de la Inglaterra moderna. 

La biografía que construye para Judith, deja claro que la respuesta debe ser rotundamente “no”, no podría haber habido una mujer Shakespeare. 

Mujeres sin voz

 ¿Si los hombres y las mujeres tienen el mismo nivel de intelecto, porque en la historia de la humanidad, no ha habido una Leonora da Vinci, una Galilea Galilei o una Joana S. Bach? Virginia Woolf tiene la respuesta al presentarnos a Judith Shakespeare, la hermana ficticia del famoso William. 

En “Una habitación propia”, la autora aborda en concreto, la cuestión de por qué no ha habido una mujer Shakespeare, preguntando si esta hipotética Judith, la hermana con igual talento que William, podría haber alcanzado la misma altura que su hermano, en aquellas mismas condiciones socio - culturales de comienzos de la Inglaterra moderna. 

La biografía que construye para Judith, deja claro que la respuesta debe ser rotundamente “no”, no podría haber habido una mujer Shakespeare. 

A diferencia de William, a Judith nunca la enviaron a la escuela. Ella efectivamente aprendería a leer, pero si su madre la descubre con un libro, la reprende por desatender sus tareas domésticas. Cuando cumple diecisiete años, sus padres deciden que es hora de buscarle un marido y la prometen a un mercader de lanas de la vecindad.